13 AÑOS DE CRÓNICAS EN ‘CATALIBANES’ 

8 de noviembre de 2015

En casa de Pujol

El 17 de septiembre de 2012, TV3 emitió un programa que con el curso del tiempo y de los acontecimientos ha adquirido una especial significación. Formaba parte de una serie de reportajes titulada El convidat (‘El invitado’), que a través de la convivencia con distintos personajes durante un fin de semana pretendía mostrar su intimidad. Andreu Buenafuente, Josep-Lluís Carod-Rovira, Pedro Ruiz, Pilar Rahola, Lluís Llongueras, Ferran Adrià, Jorge Javier Vázquez, Sor Lucía Caram, Eduard Punset, Boris Izaguirre, Marc Gasol, Xavier Sala i Martín, Xavier Sardà, Miquel Calçada, Santiago Dexeus y Andrés Iniesta fueron algunos de los 63 nombres elegidos para protagonizar el espacio en sus cinco temporadas de duración. Pero ninguno de ellos batió el récord histórico del 32'4% de audiencia logrado en Cataluña por el capítulo 27, que como estreno de la tercera temporada estuvo dedicado a Jordi Pujol.

Grabado en el verano de ese año, faltaban todavía 24 meses para la sonadísima confesión pública con que el ex mandatario autonómico se autoinculpó de ocultar cuentas bancarias en paraísos fiscales (25 de julio de 2014), en un desesperado e ineficaz intento de exonerar de responsabilidad a su extensa prole, así como de acallar las investigaciones sobre el origen de su fabuloso patrimonio descubierto en el extranjero. Y más de tres años para el registro en su vivienda, realizado el pasado 27 de octubre por la Policía Nacional en busca de pruebas.

El sábado de buena mañana, el equipo de televisión se presenta en el domicilio del Molt Honorable y le pilla ¡cómo no! desayunando butifarra. Numerosos portarretratos con fotos de sus siete hijos habitan el salón comedor. Y de sus 17 nietos. El orgulloso patriarca asegura saberse el nombre de cada uno. La voz en off del sosaina presentador, Albert Om, avisa de que los muebles siguen siendo los mismos que cuando se casó, en 1956, algo sumamente creíble dado su vetusto aspecto. El tramo de la Ronda del General Mitre donde vive está en una espléndida zona de Barcelona. Aunque no es ni mucho menos la mejor. Y a fin de cuentas lo suyo no deja de ser un piso, con los típicos inconvenientes y molestias que toda vecindad en un mismo edificio comporta. Orientado además a una de las arterias más transitadas, contaminantes y ruidosas de la capital. Nada que ver con el fastuoso palacete en Pedralbes de Cristina e Iñaki.

Tras varias tediosas conversaciones de corte intimista («A mí los nervios desde siempre se me han manifestado mucho en los ojos, siempre he parpadeado mucho»), entrevistador y entrevistado parten hacia la segunda residencia de este en Premiá de Dalt (¿por qué un ex presidente continúa teniendo a su disposición un coche oficial con chófer?), donde les aguarda el otro pilar de tan preeminente familia: Marta Ferrusola.

La llegada nos descubre que su chalé en la tranquila localidad situada a escasos kilómetros de la costa tampoco es ninguna maravilla. ¡Eso sí!, goza de un coqueto jardín con la bandera catalana izada en un mástil.

Tres menos cinco de la tarde: la pareja decide agasajar a su huésped llevándoselo a comer a un bar (minuto 20:12). Sorprende que quien ha sido el máximo representante del Estado en Cataluña durante 23 años, se cuelgue la servilleta sobre el pecho como Charlot.

Dios, Cataluña, el futuro, los Evangelios, las generaciones venideras... El sentido de la vida y la frecuencia de la oración. Reflexiones en tono trascendental después de asistir píamente a la misa de las siete y media en el santuario de la Cisa (min. 27:16), «un lugar que une fe y país, los dos grandes puntales de su vida», según describe la omnipresente voz superpuesta del reportero-visitador.

Pujol se revela como un infatigable lector, constantemente enfrascado en seguir la actualidad por la prensa de papel. Las anotaciones las escribe a mano. No utiliza tableta ni ordenador. Tampoco aparece nunca escuchando la radio o pendiente del televisor. Marido y mujer se muestran en todo momento como un apacible par de ancianos de gustos sencillos y una existencia marcada por una rutina rayana en la monotonía.

Diez de la noche: la Ferrusola debuta ante las cámaras como ama de casa cocinando. Se hace muy difícil creer que los Pujol carezcan habitualmente de un servicio doméstico que les atienda. Sobre todo después de presenciar los apuros que la señora experimenta para encender el fogón de su propia cocina (min. 32:38). Considerando el hecho de que el periodista está allí en calidad de invitado —tal como el espacio televisivo advierte ya desde su comienzo—, servirle para cenar tortilla española con pinta de reseca además de un poco quemada por arriba (que mucho se cuidan de no denominarla de ese modo y presentan como «truita de patates»), y unas pijotas fritas de segundo («llucets»; están a 5'50 euros el kilo), así, sin guarnición ni nada, resulta un poco cutre. Una de dos: o los anfitriones se esforzaron exageradamente por ofrecer una imagen austera de sí mismos a los 950.000 espectadores que de media registró la emisión, o son unos tacaños de mucho cuidado.

Entre fuertes dispositivos de seguridad e
increpados por una multitud, Jordi Pujol
y su esposa llegan el pasado 27 de enero
a la Ciudad de la Justicia para declarar
ante la juez que instruye el caso
A medida que el domingo avanza hacia el ocaso, también lo hace el periodo estipulado para la visita. Om interroga al político sobre la proximidad de la muerte, acerca del lugar y la forma en que imagina su entierro:
«—¿Ha dejado escrito cómo quiere que lo hagan?
—No, no, no, no. No he dejado nada escrito.
—Ya se espabilarán.
Escolti!, esto es un poco macabro, ¿no?».
El Ministerio del Interior estimó en su día en 1.800 millones de euros el patrimonio del clan Pujol. Una fortuna que, según el borrador de un informe de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Judicial, publicado el 19 de noviembre de 2012 en El Mundo, procedería de las comisiones sistemáticamente cobradas por Convergència Democràtica de Catalunya a las empresas a cambio de la adjudicación de obras públicas durante su periodo al frente de la Generalidad, entre 1980 y 2003. Pero una reciente noticia dada a conocer la semana pasada elevaría sensiblemente esa cifra, tras el descubrimiento de movimientos bancarios por valor de 2.400 millones desde Andorra hacia Panama a través de sociedades instrumentales y argucias financieras de lo más sofisticado, para salvaguardar el “botín” de un previsible embargo. Cantidad que viene a sumarse a los 900 millones de euros detectados por los investigadores policiales en Belice, según informaciones del diario La Razón en la víspera, el 30 de octubre. Jordi Pujol y su mujer (acusada esta como «cómplice y encubridora») están actualmente imputados en el Juzgado de Instrucción nº 31 de Barcelona por presunto delito fiscal y blanqueo de capitales, a raíz de la querella criminal presentada contra ambos y contra tres de sus hijos: Marta, Mireia y Pere.

Josep Pujol Ferrusola, residente en Miami y único miembro de la extensa estirpe sobre quien aún no pesaba ninguna imputación —pues contra los otros tres hermanos, Oleguer, Oriol y Jordi, se instruyen diversas causas judiciales, que abarcan desde el tráfico de influencias y la falsedad documental, hasta el cohecho por el Caso de las ITV—, ha sido recientemente acusado por la Audiencia Nacional de un supuesto delito de blanqueo de capitales.

Independientemente de si el matrimonio Pujol impostó o no su comportamiento durante la grabación de aquel exitoso programa con vocación de reality, lo cierto es que ninguno de los dos ha hecho jamás ostentación de grandes lujos ni extravagancias en su cotidianidad —no así sus vástagos, alguno de los cuales, Jordi, el primogénito y alias El Nen (‘El Niño’), disfruta de una escudería de automóviles deportivos y de alta gama que harían salivar al mismísimo James Bond pese a no tener oficio conocido—. Da la impresión de que más allá de una codicia insaciable, si finalmente los tribunales determinan la culpabilidad del otrora caudillo catalán y ahora evasor fiscal confeso, podría haber sido la cleptomanía lo que le impulsase a actuar así. El placer de afanar.

4 comentarios:

  1. Buenas noches Josep-Lluis:

    Enhorabuena por tu artículo, siempre son de mi agrado. De otro lado yo creo que todo este "reportaje" era una ficción propagandística de TV3 (el gran propagador del nacionalismo pujoliano) para que siguiera vigente la farsa de considerar a los "Pujol" como los "honorables" y padres de la "patria" catalana por excelencia. La encarnación y quintaesencia del espíritu y la moralidad catalanista. Esto es personajes austeros, ahorrativos, formales, reflexivos, honrados .....con seny, tal y como le gusta a los nacionalistas auto-definirse.

    Las informaciones judiciales y la propia autoinculpación del señor Pujol, han demostrado que los nacionalistas catalanes, empezando por el "padre de la patria" no sólo carecen de todas estas "virtudes", ......sino que llegan a extremos de avaricia, inmoralidad y cinismo que podrían batir records a nivel mundial. Pero TV3 está para demostrar lo contrario...

    Todo el "prusés" protagonizado por su lugarteniente el señor Artur Mas se podría resumir en la conocida consigna "salvem al senyor Pujol i a la seva familia".Esto es como la versión catalana de la película sentimentaloide de la ballena "Willy".

    La señora Ferrusola preparando una cena cutre para el reportero y para su honorable marido.....ja, ja, ja. No se lo cree ni ella misma. Sólo jugando con los buenos sentimientos e ignorancia de la gente podían justifcar y ocultar su trayectoria corrupta.

    Con las conocidas adhesiones incondicionales, desatadas entre la "ciudadanía catalana", los Pujol han podido acumular su gran fortuna, como las dos urracas identitarias que siempre han sido, y sobre todo chantejeando con la "ruptura" a los políticos del resto de España.

    Un saludo.

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  2. Gran parte de culpa de todo este latrocinio de dimensiones presidenciales la tiene asimismo toda la clase política catalana, la de ayer, la de hoy y tristemente la del mañana, tal como pintan las cosas. La omertá seguida a pies juntillas por todos, tan sólo desvelada por Pascual Maragall 3% dixit -quizás en un arranque de sinceridad fruto de los vapores etílicos a los que estaba tan habituado- deja bien a las claras que fue una situación consentida tanto desde aquí como desde Madrid. Ya en el megadesfalco de Banca Catalana tenían que haberlo puesto entre rejas y no darle vidilla a cambio de tener a la tribu quieta y parada, que ha derivado en el actual resultado de locura y sinrazón colectiva por todos conocido.

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  3. Considero más apropiado traducir lo de "el nen" por "el nene/la nena", muy usado en castellano, si bien con el significado de "el niño".

    Por otra parte, quizás lo más denigrante y humillante para los catalanes no es tanto que les hayan robado a manos llenas sino que aún después, cuando ya se sabe, siguen en su mayoría disculpándolo, mostrando comprensión o simplemente sin creerlo. ¿No tienen nada que decir Durán Lleida, Miguel Roca o su consejero de Obras Públicas en los tiempos del 3% Artur Mas? Es increíble comprobar hasta qué niveles de bajeza a llegado una sociedad tan lobotomizada como la catalana. Saludos.

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  4. Un artículo muy interesante. Me recuerda a los documentales del NODO o de Corea del Norte en veneración al amado lider. Y sí, a ver quien se cree que los Pujoletti comen tortilla de patatas como un mileurista cualquiera.

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