13 AÑOS DE CRÓNICAS EN ‘CATALIBANES’ 

29 de septiembre de 2018

Catalunya über alles

Apropiación de símbolos catalanes, del espacio público y de las calles. Omnipresencia visual mediante la imposición de banderería e iconografía política en todo lugar y faceta de la vida social (festejos, celebraciones, eventos culturales y deportivos, conmemoraciones, tradiciones, folclore). Usurpación del sentir popular e identificación del nacionalismo con Cataluña y con lo catalán. Sustitución de la historia por mitología y de la racionalidad por dogmatismo. Fanatización. Invención de un pasado a la medida, consolidado en la mentalidad colectiva mediante la propaganda y la educación. Desplazamiento de cualquier otra ideología hasta convertirla en irrelevante e indeseada: sólo existen ellos. Deshumanización, cosificación del disidente, quien pasa a merecer la consideración de “enemigo” del pueblo y es, por tanto, perseguible. O con nosotros o contra nosotros. Muerte social como antesala de la muerte física, de la eliminación justificada del individuo, quien es presentado como una amenaza en vez de como una persona. Las únicas actitudes toleradas son la apatía y la sumisión, la ausencia de resistencia u oposición a sus maniobras. Estructura de movimiento que va arrollándolo todo: la democracia, las leyes y a los ciudadanos. Los opositores no tienen derechos. Cualquier exceso está justificado por una concepción aviesa del bien común largamente labrada en las conciencias. Agredir es disculpable —¡e incluso necesario!— dada la inacabable lista de falsos agravios soportados durante siglos, y se etiqueta como una reacción defensiva. Institucionalización de la mentira y de la negación de lo evidente como armas políticas. Redefinición de la moral, que queda supeditada a los objetivos. Perversión del lenguaje, adulteración. Acuñación de una nueva terminología subvirtiendo los significados (presos políticos, exiliados, represaliados, encarcelados por sus ideas, persecución judicial, mandamiento democrático, voluntad popular, liberación nacional, fuerzas de ocupación, agresión a Cataluña, colonización, patriotas, colaboracionistas, expolio, esclavitud, etc.). Desobediencia de toda ley o sentencia judicial contraria a los intereses propios: recurso al ordenamiento jurídico sólo cuando este resulte útil para destruir el Estado desde dentro.

Arriba: céntrica calle de Colonia, en 1936. Abajo: Plaza de San Pedro en la localidad barcelonesa de Berga, con el Consistorio
municipal al fondo; año 2015. En la fachada han instalado con dinero público un marcador de cuenta atrás hacia la secesión