13 AÑOS DE CRÓNICAS EN ‘CATALIBANES’ 

20 de abril de 2014

No mienten más porque no tienen más tiempo

Lo ha desentrañado públicamente en su cuenta de Twitter el usuario con el alias Ferran D’Antequera (quien tiene además un excelente blog donde tritura, uno por uno, los timos del secesionismo con abundante e incontestable documentación histórica: Las Barras de Aragón); y Víctor, lector de Catalibanes, ha tenido la gentileza de enviarme por correo electrónico información y enlaces sobre el asunto: se trata de la última estafa, engañifa, falacia, trola, filfa, bribonada, vileza o adulteración separatista.

Versión con el falso colorido en los navíos que
protagonizan el bombardeo naval
La Generalidad de Cataluña y el Centro Cultural Blanquerna —lugar que acogerá el evento hasta finales de abril— anuncian en sus respectivos sitios web la exposición itinerante 1714. Memoria gráfica de una guerra, compuesta por cerca de 80 reproducciones de grabados y diversos textos explicativos, así como material audiovisual. Y que se encuadra en los actos conmemorativos del Tricentenario de la Guerra de Sucesión Española proyectados por el Ejecutivo catalán para mayor cultivo del odio y el victimismo (a esto va parte del dinero público de los recortes en sanidad y educación, y el adeudado por Artur Mas a los farmacéuticos de esta región desde hace meses).

Lo asombroso —y por algo nacionalismo e ignorancia caminan siempre de la mano— es que la propaganda de la exposición y del libro sobre la misma que la complementa (Memòria Gràfica del 1714), está ilustrada con el ataque al puerto de Barcelona de una flota en la cual ondea, roja y gualda, la bandera española. Cuando resulta que en 1714 nuestra enseña nacional ni siquiera existía aún con esos colores y franjas.

No fue hasta tiempos de Carlos III (1759-1788) que dicho monarca, mediante la promulgación del Real Decreto de 28 de mayo de 1785, adoptó el diseño actual tras una elección entre los doce bocetos presentados al concurso público que a tal efecto se convocó:
«Para evitar los inconvenientes, y perjuicios, que ha hecho ver la experiencia puede ocasionar la Bandera nacional, de que usa mi Armada naval, y demas Embarcaciones Españolas, equivocándose á largas distancias, ó con vientos calmosos con las de otras Naciones; he resuelto, que en adelante usen mis Buques de guerra de Bandera dividida á lo largo en tres listas, de las que la alta, y la baxa sean encarnadas, y del ancho cada una de la quarta parte del total, y la de en medio amarilla, colocándose en esta el Escudo de mis Reales Armas reducido á los dos quarteles de Castilla, y Leon con la Corona Real encima; y el Gallardete con las mismas tres listas, y el Escudo á lo largo, sobre quadrado amarillo en la parte superior: Y de las demas Embarcaciones usen, sin Escudo, los mismos colores, debiendo ser la lista de en medio amarilla, y del ancho de la tercera parte de la Bandera, y cada una de las restantes partes dividida en dos listas iguales encarnada, y amarilla alternativamente, todo con arreglo al adjunto diseño. No podrá usarse de otros pavellones en los Mares del Norte por lo respectivo á Europa hasta el paralelo de Tenerife en el Océano, y en el Mediterraneo desde primero del año de mil setecientos ochenta y seis: en la América Septentrional desde principio de Julio siguiente; y en los demas Mares desde primero del año de mil setecientos ochenta y siete. Tendréislo entendido para su cumplimiento».
Pero es que además de en esos dos sitios señalados por Ferran D'Antequera, la misma burda manipulación aparece también en Barcelona 1714. Els gravats de la guerra de Successió (‘Barcelona 1714. Los grabados de la Guerra de Sucesión’), libro coeditado en 2013 por el Ayuntamiento de Barcelona, que rige el alcalde Xavier Trias, de Convergència i Unió.

Grabado original, en blanco y negro y unas medidas
de 34 x 51,5 cm; a la derecha, puede observarse
la fortificación de la Ciudadela
La lámina original es en blanco y negro, data de 1750 y fue realizada en París, por el retratista Pierre-Alexandre Aveline (1702-1760) y el estampador Jacques Chéreau (1688-1776).

El libro publicado en 1995 con el título Historia de Barcelona, de Josep L. Roig, contiene una reproducción más verosímil, por cuanto los pabellones de los buques han sido pintados con los colores de la bandera de Holanda y, efectivamente, hubo un ataque naval anglo-holandés a Barcelona en el marco de la Guerra de Sucesión. Ocurrió en 1705, cuando la oligarquía catalana todavía no había traicionado su juramento de lealtad al rey Felipe V y la Ciudad Condal luchaba en el bando borbónico. Mas la trayectoria de Aveline sugiere que ese aguafuerte no reproduce en realidad una batalla de dicha contienda, ni ningún otro episodio histórico en concreto. Y que, simplemente, el artista francés tendía a añadir escenas bélicas en algunas de sus creaciones como mero ornamento. La inclusión de la Ciudadela en el paisaje barcelonés, un fortín cuya construcción no concluyó hasta 1718, cuatro años después del fin del enfrentamiento sucesorio por el trono de España, otorgaría consistencia a esta tesis.

Lo que desde luego no pudo representar es una bandera todavía inexistente.

15 de abril de 2014

El humor en los tiempos de la cólera

En marzo pasado, el periodista y escritor Sergio Fidalgo inauguró su serie de colaboraciones en el diario Crónica Global con un hilarante artículo titulado «Golpe de estado, versión ANC». Fue a los pocos días de conocerse públicamente la insurreccional «hoja de ruta» hacia la independencia (Full de Ruta 2014) que está elaborando la Asamblea Nacional Catalana (ANC), sección de asalto de la Generalidad y auténtico Gobierno en la sombra del binomio Mas-Junqueras durante este proceso secesionista. Dicho plan incluiría acciones simultáneas con la proclamación de la República Catalana, como la toma de centros de control, comunicaciones e infraestructuras (puertos, aeropuertos, fronteras, etc.), que son propias de todo manual golpista.


Carme Forcadell, en plan pantocrátor, discursando en un acto de
la Asamblea Nacional Catalana celebrado en marzo de 2013
La prosa de Fidalgo parodia magníficamente los tics tradicionales del movimiento separatista en una pieza que comienza y acaba resultando delirante, disparatada. No parece aconsejable, y menos en esta época tan escasa de oportunidades así, desaprovechar la ocasión de echar unas risas con su lectura:
«Están reunidos en la Tasca L'Estelada del Tiu Poca Broma el comando L'Alguer de la ANC para tomar una decisión: cómo contribuir a la toma del poder por parte del pueblo soberano catalán y conseguir un porcentaje a la búlgara en el presuntamente victorioso referéndum sí-sí per collons que prepara Artur ‘Braveheart’ Mas. Preocupados por al aumento de la desafección en su pequeña ciudad de la Cataluña interior, comprobada tras el fracaso de la venta de chapas ‘Jordi Cañas must be dead’, de la que no se pudo colocar el 99% de la producción de 5.000 piezas encargadas al empresario del bazar-imprenta-restaurante chino de la localidad, han decidido pasar a la acción.
»El aguerrido grupo de patriotas, integrado por Joan Josep Rodrigues Llopis (alias Comandant Roger de Llúria), Anna Junqueras Herrera (prima lejana de ambos mandatarios políticos y aquejada de continuos ataques de esquizofrenia), Marc Tree Addams (primo lejano del simpático escritor inglés reconvertido al soberanismo), Joan Bofarull Puigdemont (adicto a la ratafía y a ‘La Riera’ [1] de TV3) y ‘Walking dead’ Colomé (conocido así tras estamparse con su furgoneta tipo Equipo A decorada con la estelada contra un tráiler de la empresa Sangría El Toro Español y salir ileso), tras documentarse con los estudios elaborados por la ANC, el Consell Assessor per a la Transició Nacional, el departamento de programas de CDC, el Grup d'Empresaris que s'ho emporten cru [2] y las Seleccions del Reader's Digest, han elaborado un sofisticado plan para garantizar el apoyo total de sus convecinos al justo (y necesario) proceso de secesión de Cataluña.
»Las medidas que tomaron, tras ingerir una docena de anchoas (de L'Escala), ocho botellines de cerveza (artesana y catalana), seis botellas de cola catalana, tres raciones de secallona [3] de Vic y cuatro bocadillos de queso de Montserrat, han sido anotadas en este documento, de la que ha llegado a nuestras manos la versión castellana escrita por Joan Josep Rodrigues Llopis (‘el franquismo me impidió escolarizarme en catalán y todavía no lo domino para escribir’):
»“1. Publicitar un falso acto mitin de Ciutadans en el Centre Cultural Pilar Rahola de la localidad con la presencia de Albert Rivera, Xavier Nart y Juan Carlos Girauta. Cuando la sala esté llena, se procederá a levantar una valla electrificada alrededor del equipamiento para evitar que puedan escaparse. Serán alimentados a base de tranchetes y rebanadas de pan de molde hasta que el referéndum se haya celebrado, con el correspondiente 99,9% de votos favorables a la causa verdadera.
»2. Se volará el repetidor de la zona, y se instalará uno nuevo que solo permita sintonizar TV3, Td8, Canal Punt Avui, Tele Taxi TV, la televisión bolivariana y la emisora local, que emitirá las veinticuatro horas reportajes sobre la vida y milagros de Macià, Companys y Joel Joan.
»3. 3. Se organizará un ciclo de conferencias sobre la tolerancia y la comprensión del nacionalismo catalán ante las culturas (presuntamente) inferiores a cargo de Marta Ferrusola, Toni Albà, Anna Tarrés, Miquel Calçada y el espíritu de Heribert Barrera, que será convocado por la médium soberanista Mireia Cas i Palau.
»4. Se repartirán a todos los ciudadanos afectos a la causa verdadera copias del ‘DNI català’, tras aprobar un examen consistente en recitar la lista de todos los patriotas injustamente encausados por la justicia fascista y franquista española por el ‘caso ITV’, el ‘caso Turismo’, ‘el caso Casinos’, el ‘caso Pallerols’, el ‘caso Palau’, el ‘caso del Winston andorrano de contrabando’, el ‘caso Banca Catalana’ y el asesinato de John Fitzgerald Kennedy.
»5. En los cinco puntos de venta de prensa diaria de la localidad se garantizará que solo llega el Ara, El Punt Avui y la página de La Vanguardia en la que escribe Pilar Rahola. El Mundo Deportivo llegará los días pares y los impares el National Enquirer.
»Si tras llevar a cabo estas cinco acciones persiste la desafección ciudadana a la verdadera causa, se procederá a tomar la estación de autobuses, el carrito de los helados, el puesto de barcas del estanque Francesc Candel y el apeadero de los Ferrocarrils de la Generalitat para garantizar el control de los puntos estratégicos de la localidad y ponerlos al servicio de la autoridad que la ANC designe. Así los colonos sabrán que vamos en serio”.
»xxxxxxxxxxxx, villa adherida a la Associació de Municipis per Trincar, a 23 de marzo del año I (de la victoria)».
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1. Telenovela de producción propia, que la televisión autonómica catalana viene emitiendo por las tardes desde enero de 2010.
2. Del catalán: ‘Grupo de Empresarios que se lo llevan crudo’.
3. Embutido autóctono, similar a la longaniza.

1 de abril de 2014

¡Falta diálogo!

Cada día más voces claman a Mariano Rajoy que se siente a hablar con Artur Mas para encontrar cuanto antes una salida a su desafío secesionista. Nada de hacer cumplir las leyes, no, que eso es cosa fea y antidemocrática, propia tan solo de regímenes fascistas tan execrables como poco occidentalizados. Lo que urge es premiar a quien se ha sublevado contra el orden constitucional otorgándole categoría de honorable interlocutor y atendiendo sus exigencias.

Ni que decir hay que en el lenguaje de esa caterva de vendepatrias, separatistas encubiertos y algún que otro memo bienintencionado, el verbo dialogar significa indefectiblemente negociar. Y que por negociación entienden darle a la Generalidad todavía más privilegios de los que ya goza tras casi 40 años de mimosas concesiones (con el consiguiente menoscabo para el resto de Comunidades autónomas, claro está). ¿Y qué ofrecería Artur Mas a cambio? Pues deponer su actitud golpista.

Diálogo, y muy fructífero, es por ejemplo el que entablan el quinqui y su víctima. Un proceso por el cual esta acuerda aligerarse la cartera a condición de que aquel negocie no guardarle la hoja de su navaja en el quinto espacio intercostal. Pero todo muy dialogado y pactado, eso sí.

¿Y a cuánto ascendería el precio? Desde su agujero, la escritora argentina travestida de ultranacionalista catalana Patrícia Gabancho nos envía unas valiosas pistas dentro de un artículo titulado «Un almuerzo cualquiera»:
«Para comenzar, deberían poner sobre la mesa el concierto fiscal, la no aplicación de la Ley Wert, el blindaje de competencias (en la actualidad hay que añadir: ¡y del Ebro!), la restitución de la lengua en los Países Catalanes e intocable en Cataluña, y un pacto generoso de infraestructuras».

Tuit de Ramon Carner, presidente de la organización
separatista Círculo Catalán de Negocios (CCN), en la
víspera del sepelio del ex presidente Adolfo Suárez:
«La muerte de Suarez [sic] sólo indica que tenemos
un enemigo menos. Todavía quedan muchos en
nuestras instituciones. ¡Tenemos trabajo!»
Eso supondría una situación incluso mejor que la independencia misma, pues conlleva todas sus ventajas y ninguno de sus inconvenientes (quedar fuera de la Unión Europea y del euro, bajo el rigor de las políticas arancelarias y sin acceso a los mercados financieros ni respaldo del Banco Central Europeo, entre ellos). Algo así como ser un Estado situado bajo el paraguas de otro. Concierto fiscal, o sea: lo mío es mío y lo tuyo, también es mío. No aporto nada pero tu sigues sufragando gran parte de mis gastos. Y además me montas unas infraestructuras de aúpa. Yo seguiré beneficiándome de tu ejército, de tu vasta red diplomática por el mundo, y de cuantos otros servicios a mí me resultaría muy oneroso cubrir... así como, por supuesto, de todos aquellos tratados internacionales que firmaste. ¿La Constituqué? No, no, ni hablar de aplicar leyes que no sean las estrictamente emanadas de las instituciones nacionalistas catalanas. Ni sentencias judiciales que nos incomoden: blin-da-je de competencias. Un chollo, oigan.

Y lo de “blindar el Ebro” que dice esta, río nacido en Cantabria, de donde fluye a Castilla y León, para luego seguir, atravesando La Rioja, tierras de Álava, Navarra y Aragón, hasta que su caudal termina fundiéndose con el antaño llamado Mare Nostrum (‘Nuestro mar’) en un tramo del litoral de Tarragona, ya es de traca. Pero es que hacia ahí apuntan realmente las pretensiones de estos chantajistas, no es política ficción.

¿Y así se resolvería para siempre el problema? Pues tampoco. Ya lo avisa abiertamente y sin tapujos en otro pasaje de su pieza periodística (Nació Digital, 02-03-2014) esta catalana sobrevenida, aprovechando un momentito en que no estaba contando los 6.000 euros que el Ayuntamiento de Barcelona —regido por CiU— le pagó no hace mucho por entregar un par de informes: la claudicación de Mariano Rajoy ante la extorsión apenas retrasaría unos años la ruptura de España.

Sería pagar, y carísimamente, la prolongación de nuestra agonía. De hecho, así ha venido siendo hasta hoy: también se nos vendió durante la Transición que la fórmula autonómica colmaría definitivamente las ansias del nacionalismo. Y con ese mismo pretexto envolvieron todos los Gobiernos cada nueva transferencia y concesión que se le daba a Jordi Pujol. Y a Pasqual Maragall. Y fue ese también el canto entonado en 2006 para reformar el Estatuto de Cataluña. Y para seguir dándole más y más a Montilla. E incluso al propio Artur. Ahora vemos con qué resultados. Nunca nada será suficiente para ellos debido a una sencilla razón: porque sus objetivos no son otros que proclamar la secesión y anexionarse otros territorios («reunificación de la nación catalana»). Repitámoslo: no pararán hasta culminar su proyecto secesionista e imperialista. Hora es ya de que lo comprendamos.

Negociar con los sediciosos es, a todas luces, la más indigna, costosa, injusta... e ineficaz de todas las opciones posibles. Por eso es la que seguramente adoptarán, este presidente del Gobierno y el siguiente.