13 AÑOS DE CRÓNICAS EN ‘CATALIBANES’ 

29 de junio de 2010

Tristeza

Enric Prat de la Riba, uno de los inventores del nacionalismo catalán, publicó en 1895 Compendi de la doctrina catalanista, donde puede leerse una frase que ha ingresado por derecho propio en los anales de la paranoia:
«Pregunta. ¿Quién es este elemento enemigo de Cataluña y que desnaturaliza su carácter? Respuesta. España».
Más de un siglo después, el 23 de junio de 2010, un tren Alaris circulando a 139 km/h ha arrollado a varias personas que cruzaban la vía indebidamente en lugar de utilizar el paso subterráneo, en la barcelonesa estación de Castelldefels Playa. Comprobamos con sorpresa cómo aquella estupidez legada por don Enric ha calado profundamente en bastantes microcéfalos, aquejados de manía persecutoria y prestos a culpar siempre a nuestra nación de cualquier desgracia acaecida en tierras catalanas. Como hace un asiduo del diario separatista Naciodigital.cat, que firma con el nombre de Santiago F. y comenta lo siguiente bajo la noticia del suceso:
«Con la tragedia, la pésima inversión en infraestructuras que España hace en Cataluña queda evidente ante el mundo entero».
El sangriento balance arroja un resultado de 12 fallecidos y 14 heridos de distinta consideración, 3 de ellos en estado crítico. Fue tal la violencia del impacto, que los forenses creyeron erróneamente durante un tiempo que algunos de los diminutos e irreconocibles restos humanos analizados pertenecían a una decimotercera víctima mortal. Pero a este otro lector del mencionado diario digital lo que le apena es que los testigos emplearon el español para relatar el atropello a los medios de comunicación:
Anónimo, 08:56 - 25/06/2010: «Cuánta tristeza. Lo cierto es que no oí a ninguno de los entrevistados hablando en catalán, a pesar de que algunos de los testigos dijeron que ya habían nacido en Cataluña o llegaron aquí de pequeños. Yo no pude estudiar jamás en catalán, estaba prohibido. Estos, todos tienen estudios –gratuitos- y los cursan en la lengua que a mí me robaron desde que nací. Aparte de la desolación de una desgracia de estas características, la otra desolación que mostró ayer Castelldefels es que la gran inmigración que hemos tenido el honor de acoger, ayudar y formar, se caga en medio de la lengua del país [Cataluña] y del mismo país. Cuánta tristeza, al fin y al cabo».
Pues sí, muy triste.

21 de junio de 2010

Clamor popular

Permanecieron desiertas las playas; los parques, sin gente; cines y cafeterías hubieron de cerrar por ausencia de público; y en los bingos de 48 municipios catalanes, ayer domingo no se cantó otra cosa que un hondo lamento ante la inexistencia de clientes.

Al grito de “¡Libertad, libertad, por el fin de la colonización, libertad!”, una inmensísima, enorme, abrumadora, desmedida, masiva, excesiva, desbordada, descomunal, inabarcable y nunca antes vista muchedumbre se lanzó literalmente contra las urnas para votar a favor de la secesión de Cataluña. Las colas resultaron kilométricas, e interminables las horas de espera para depositar el anhelo desmembrador en forma de papeleta dentro de una libertadora urna. Después, todos regresaron emocionados a sus casas dando pequeños saltitos —que eran, en realidad, pasos de sardana— y, al llegar, abrazaron fuertemente contra su pecho un retrato de Santiago Espot mientras se disponían a aguardar la inminente proclamación de la República Catalana desde algún balcón institucional.

Las cifras no pueden ser más elocuentes, 86 de cada 100 mayores de 16 años (inmigrantes ilegales incluidos) pasaron cantidad de ir a votar por considerar, quizás, que tienen otras prioridades en sus vidas. Y de entre quienes se acercaron a las mesas, el 7,5% eligió la continuación del orden constitucional vigente. Y es que, al igual que en las anteriores tandas de pseudoreferéndums, quedó demostrado lo que tanto tiempo llevan repitiendo los separatistas de forma rotunda, inapelable: que la población de Cataluña ansiamos mayoritariamente la independencia, ¡claro que sí!

Ahora, una vez apagados los focos y barridos los restos del aquelarre, flotan dos preguntas en el aire: ¿con qué dinero se está pagando todo esto? ¿Por qué se les permite utilizar indebidamente los censos oficiales, con los que podrían estar confeccionándose una lista negra de desafectos a la causa?

19 de junio de 2010

Enfermos de odio

Los separatistas son esos señores que disfrutan cuando a España le sucede algo malo y encima luego dicen que quienes odian son los demás españoles, a Cataluña.

Ésta ha sido una semana muy feliz para nuestros cínicos partículares. Recibieron la primera satisfacción el martes, cuando el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, impidió en sus calles una iniciativa privada de instalación de una pantalla gigante para seguir los partidos de la selección española en el Mundial de fútbol que se celebra en Sudáfrica. Muchos acogieron la noticia con placer casi libidinoso. Y es que no conviene olvidar cómo éste es asunto capital para los radicales, que el pasado año ya consiguieron lo mismo que don Jorge, pero en Tarrasa y mediante cóctel molotov en lugar de con decretazo.

Mas poco sospechaban los aún babeantes que al día siguiente les aguardaba el clímax: España perdía ante Suiza por 1 a 0 en su debut.

Con la derrota estalló el júbilo. Se han alegrado, divertido, contentado, exaltado, enardecido, relamido, entusiasmado, alborozado, emocionado, arrebatado, deleitado, recreado, refocilado, complacido, regocijado, encantado, revolcado, embelesado, extasiado, embriagado, enajenado y regodeado de lo lindo. Inimaginable un regalo mejor para ellos.

La siguiente es una inquietante selección de comentarios de lectores a la noticia en dos diarios nacionalistas, más relacionada con la psicopatología que con el deporte o la política:
-Gemma A, 18:24 - 16/06/2010: «Propongo que todo el que tenga un reloj Swatch se lo ponga para rendir un pequeño homenaje a nuestros compañeros suizos».
-Jofre, 18:24 - 16/06/2010: «¡Qué hartón de reír!».
-Jep, 18:43 - 16/06/2010: «Buff, hemos sudado, pero lo hemos conseguido».
-John, 18:51 - 16/06/2010: «La civilización ha derrotado al putrefacto Reino de España».
-Pere (Lausanne), 19:03 - 16/06/2010: «España: ¡jódete! ¡¡¡Acabo de hablar con un amigo y me ha dicho que Ginebra está colapsada por la locura y la alegría de haber derrotado a Charnegolandia!!! Vive la Suisse!».
-Judas Priest, 20:25 - 16/06/2010: «JA,JA,JA,JA,JA... Pero qué ridículos son los españoles».
-Josepó, 20:43 - 16/06/2010: «Viva Suiza, y la roja... a la plaza de toros».
-català, 23:29 - 16/06/2010: «Viva Suiza... y viva Catalonia- de Alicante a Perpiñán, de Tamarit al Alguer... y muera Asspain [juego de palabras con ass, en inglés ‘culo’, y Spain] y todos los asspainers de mierda... y qué hartón de reír… JAJAJAJA».
-Anónimo, 00:33 - 17/06/2010: «Muchas gracias, Suiza».
-Anónimo, 01:24 - 17/06/2010: «Buenísimo. Qué hartón de reír y qué alegría. ¡Se han tenido que meter la prepotencia y las campañas patrioteras por el culo a la primera! ¡¡Que se jodan!!».
-Anónimo, 10:47 - 17/06/2010: «Toda nuestra simpatía para Suiza, un país pequeño y respetuoso con las diferentes culturas, que ha dado una buena lección a este hatajo de cavernícolas».
-Miquel Soler (Vic), 11:12 - 17/06/2010: «Je, je, je... Me han alegrado el día los suizos».
-AliBay, 12:15 - 17/06/2010: «Cantad conmigo: “Por esto se oye este cantaaaaaar, que viiiiiiva Suizaaaaaaaaaa” XD XD XD».
-AliBay, 12:18 - 17/06/2010: «En pocos años la Confederación Catalana podrá saludar y agradecerle a la Confederación Suiza este triunfo del orden, la sensatez y la humildad contra la barbarie».
-Josep Escoda Sabatés (Sabadell), 13:05 - 17/06/2010: «Lo vi a trozos. Al final disfruté por el resultado».
-Sergi Moragues (Vallés Oriental), 13:37 - 17/06/2010: «¡¡¡¡Patapam!!!!... JA JA JA JA JA JA JA JA».
-Suïssa, 23:34 - 17/06/2010: «Ooooooooooléééééééé. Buenísimo: la vaca suiza follándose al toro de Osborne. JA JA JA JA JA JA JA».
Carne de diván. O potencial mano de obra para limpiezas étnicas, una de dos.

7 de junio de 2010

A vueltas con los toros

Los políticos nacionalistas llevan décadas intentando prohibir en Cataluña las corridas. Y ahora se encuentran más cerca que nunca de conseguirlo.
1º) Estoy totalmente en contra de la fiesta de los toros. Considero que espectacularizar el sufrimiento de un ser vivo es inmoral, gozar con el dolor ajeno y, encima, cobrar entradas para presenciarlo nos degenera, nos devuelve como sociedad a la barbarie.
2º) A quienes defienden la tauromaquia alegando que es una tradición, les recordaría cómo la historia está llena de tradiciones inhumanas que han sido, afortunadamente, abolidas gracias al progreso. La esclavitud, la lapidación de las adúlteras, los galeotes, echar cristianos a los leones, las peleas de gladiadores, la crucifixión, la explotación infantil en minas y fábricas, quemar a los esquizofrénicos en la hoguera, el vasallaje, pedir permiso al rey para mantener un coito (de donde proviene la célebre voz inglesa fuckFornication Under Consent of the King, que los agraciados debían colgar en las puertas de sus casas durante el desfogue—, el derecho de pernada, o ponerles capirote a los tontos en los pueblos, son hoy sólo un mal recuerdo.
3º) De todas formas, siempre podríamos dar gusto a los defensores del toreo y evitar que se pierda tan “artística” tradición lidiándoles a ellos en el coso.
4º) La verdad es que los políticos de Cataluña no están impulsando esta iniciativa legislativa por piedad, no. Y la prueba la encontramos en que dentro de su articulado blindan los correbous (toros embolados), también atroces con el animal, pues consisten en prenderle las astas y hacerle correr entre los festejantes aterrorizado por las llamas, tradición que —ésta sí— consideran autóctona. El verdadero motivo de su cruzada cabe buscarlo en el profundo rechazo que los catalanistas sienten hacia todo lo que consideran símbolo de españolidad. La misma razón por la cual:
- Derriban repetidamente las vallas publicitarias del toro de Osborne instaladas en Cataluña. Cuando dan con ellas en el suelo, los autores las patean e insultan entre histéricas risotadas, según ellos mismos relatan luego en Internet.
- Gobernantes de la Generalidad (el más recalcitrante, el consejero de ERC Josep Huguet, conocido como el Lenin del Bages) han realizado varias tentativas de prohibición de la venta de figuritas de flamencas e imaginería taurina en las tiendas de souvenirs de la Sagrada Familia y Las Ramblas de Barcelona, para que ofrezcan sólo artículos puramente catalanes y —según argumenta— los turistas «no reciban la impresión de que están en España».
En definitiva: hipocresía, hipocresía e hipocresía. Hipocresía separatista de la de siempre. Que nadie se lleve a engaño.