13 AÑOS DE CRÓNICAS EN ‘CATALIBANES’ 

12 de junio de 2011

Las cárceles de la ignorancia

Ayer, escogí convertirme en hombre-masa orteguiano y diluirme entre la muchedumbre que dedica las tardes del sábado a realizar la compra semanal en el supermercado. Como primero siempre hago, encaminé los pasos hacia la sección de pescadería, por ver si la habitaba alguna lubina de buen tamaño que mereciera acomodo en mi cesta. Me confieso admirador culinario de esa exquisita especie. Su nombre deriva de aquél en latín con que la bautizara el naturalista romano Plinio el Viejo, después de observar las similitudes entre su comportamiento depredador y el del lobo.

Mientras los mayores compraban, tres niños se entretenían en jugar con unos bogavantes aún vivos que aguardaban su fatal destino sobre hielo picado. La escena me pareció bastante cómica. La más pequeña del grupo debía de tener siete u ocho años. Me miró, y de sus labios nacieron una sonrisa y una frase ininteligible.

—¿Cómo dices? —le pedí.

Repitió lo dicho, pero nada, yo seguía sin entenderla. Me incliné todavía más para intentar oírla mejor. Y ella correspondió amablemente a mis esfuerzos con un tercer y definitivo intento:

—¿Qué risas?

Mi hilaridad inicial se tornó en lástima y desazón: a la muchacha la estaban educando únicamente en catalán y lo que intentaba preguntarme, sin atinar, es: ¿de qué te ríes?

Ésa es la sociedad que está creciendo en Cataluña, con unas generaciones que hablan el español como los apaches de las películas del oeste. Y todo en aras del delirio identitario y cateto, de la colectivización de la gran memez nacionalista. Generaciones que, casi con toda probabilidad, quedarán condenadas al cautiverio, a no poder salir de este triangulito geográfico, que es la región catalana, para buscarse la vida laboralmente o ir a hacer lo que les venga en gana allá donde prefieran. Imposibilitadas hasta para mantener una simple conversación telefónica con cualquier otra parte de España en reclamación de ese pedido que no llega, o buscando corregir el típico guarismo mal transcrito en el albarán de la única empresa en la que van a poder encontrar trabajo: en una empresa de Cataluña.

Al final van a tener razón quienes sostienen que las barras de la bandera catalana son, en realidad, barrotes.

8 comentarios:

  1. Me asusta creer que haya niños de esa edad que desconozcan el castellano hasta ese punto... ¿No se dan cuenta los responsables de ello que cerrarnos al catalán sólo nos puede traer inconvenientes y NINGUNA ventaja? El catetismo y la falta de miras y sentido común que tenemos en Catalunya empieza a ser muy muy alarmente :(

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  2. Soy inmigrante de EE.UU. a España, y una fuente de frustración y humillación constante para mi es mi carencia de dominio del castellano. Si hay algo con que compadezco, es sufrir de esta debilidad lingüística y social. Entonces saber que esta sociedad está montada para que las generaciones acaben hablando (y escribiendo) el castellano como YO... pues no tengo palabras. Una miopía enorme.

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  3. Adrián Bellesguard13 de junio de 2011, 4:13

    El fascismo y la estupidez de los catalanes es comparable a su cobardía, y a su vez su cobardía origen de su resentimiento y este resentimiento origen de ese fascismo y estupidez. Tan solo el 23% de las empresas españolas están en Cataluña... ya se lo encontrarán.

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  4. @Adrián, tanto yo como el autor del blog somos catalanes y, hablando por mí, muy orgulloso de serlo, al igual que de ser español porque para mí ambas cosas sólo pueden ir juntas. Los catalanes no somos ni fascistas, ni estúpidos, ni cobardes, ni estamos resentidos. Y como nosotros hay muchísimos catalanes, solo tienes que echar un vistazo a los resultados de las últimas elecciones municipales para darte cuenta. No generalicemos por favor.

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  5. De verdad crees que un niño de 7-8 años no sabe hablar castellano? cual es tu lengua materna? el español? bien. Pués dudo que a los 8 años supiéras hablar inglés (felicidades si lo hablabas). En Cataluña, se da castellano a partir de los 6 años, y lo más normal es que lo dominen perfectamente a los 9, como muy tarde (insisto en el hecho de dominarlo), pués la mayoría ya lo hablan bien antes, aunque algunos puedan tener algunas dificultades, ya que no lo hablan en casa, porque su lengua materna es el catalán.

    Tengo 18 años y desde los 10 que hablo y domino perfectamente el castellano, así como el catalán, mi lengua materna (además de un nivel alto de francés e inglés). El bilingüismo no es una desventaja, al contrario, saber lenguas es muy útil para hablarlas, y para desarrollar capacidades para aprender otras lenguas. La inmersión lingüística que se hace en Cataluña permite a los niñon aprender perfectamente catalán y castellano.

    Si lo que propones es que no enseñen catalán mal vamos. Es una lengua minoritaria, y como tal, probablamente terminaría por desaparecer, como el vasco. La lengua de Cataluña es el catalán, aunque te duelga, y además se habla castellano por pertanecer a España, así que ningún problema.

    Guillem

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  6. Gràcies per seguir creant independentistes!

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  7. Yo tengo un blog www.vicenteluisrubio.blogspot.com en el que como valenciano me defiendo de los catalanistas-separatistas e independentistas, pero no de los catalanes, que son la inmensa mayoría, muchísimos catalanes se siente españoles y una mayoría amplisima de casi el 90% de valencianos somos de nuestra tierra pero ademas españoles como el que mas.
    El problemas que tiene España es haberles concedido muchísimo privilegios a los nacionalistas y estos se han crecido
    La sangre no llegara al río, porque son unos cobardes.

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  8. ¿Y cuánto se tarda en encontrar a un catalán que no sabe hablar catalán? Te aseguro que mucho menos que el caso que propones.

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