13 AÑOS DE CRÓNICAS EN ‘CATALIBANES’ 

25 de febrero de 2015

Los otros Jordis

El periodista Víctor Colomer es autor, desde 1982, de la sección «Cara a cara» en el Diari de Sabadell, un espacio de entrevistas a personajes locales que ―como él mismo define― tienen «un cariz inusual, sorprendente». El protagonista de la conversación publicada el 2 de agosto de 1997 fue un adolescente de 17 años de edad, con una peculiar forma de ser y de vivir.


Retrato de Jordi Mateo que ilustraba la entrevista, con
un póster de sus ídolos al fondo, cuya música decía
escuchar entre dos y cinco horas seguidas al día
Esta es la transcripción íntegra de aquel reportaje, que se tituló «Jordi Mateo, enfermo de Camela» y llevaba por subtítulo una de sus más impactantes confesiones («Si algún día les pasara algo, yo me mataría»):
«Su extremada pasión por el grupo madrileño de tecno-rumba, Camela, hace sufrir tanto a sus padres que le sometieron a tratamiento psicológico.
»El vecino de Sol i Padrís, Jordi Mateo López, 17 sigue bien sus estudios de electrónica, pero el resto de su vida está dramáticamente estigmatizada [sic] por Camela.
¿Cómo fue el tratamiento psicológico?
―Mis padres estaban preocupados y me enviaron a la piscóloga [sic]. Después de cuatro sesiones, me recetó medicamentos y me dijo “Camela para ti no es un grupo, sino una efermedad [sic]”.
¿Y con eso te curaste?
―No. Yo ya sabía que me diría algo así. A pesar de eso, sigo.
Las enfermedades hacen sufrir.
―A mi [sic] Camela me hace sufrir. Sufro porque algun dia [sic] les pase algo. Y (muy serio) es muy fuerte decirlo, pero si alguna vez mueren en accidente de furgoneta por esas carreteras, yo me mataría para que me llevaran a enterrar con ellos.
¡Pero niño qué estas [sic] diciendo!
―Lo haría, seguro. Parece que he nacido para ellos y moriré para ellos.
¿Qué solucionas matándote?
―Nada, pero ¿qué iba a hacer en este mundo sin Camela?
¿Y si se separan?
―No puedo ni imaginarlo.
O sea que realmente es una enfermedad.
―Claro. Si yo eso ya lo sé. Tengo una obsesión tan grande que una vez vi que alguien me había movido un centímetro un disco de Camela y me enfadé tanto que me marché de casa.
Si yo ahora voy a tu cuarto y te toco un disco de Camela.
―Si usted me toca cualquier cosa de Camela, no le mataba (sonriendo) pero vamos...
Y ahora vas poniendo papelitos por las farolas para crear el Club de Fans.
―Y en sólo una semana ya me han escrito 40 personas. He pedido a Madrid ser club oficial y, si nos dicen que sí, seremos el quinto de España y segundo de Catalunya después de Cerdanyola.
¿El presidente del club de Cerdanyola está tan camelado como tu [sic]?
―No. No tiene la fiebre tan alta.
¿Quiénes te han escrito?
―Chicos y chicas de 9 a 23 años, todos de Sabadell.
¿Por qué arrastra tanto Camela?
―Acaban de ser número 1 en ventas con el último disco “Corazón indomable”, muy por delante de las Spice Girls y Michael Jackson.
¿Sabes que mucha gente ni sabe qué es Camela?
―Sí, me he enterado estos dias [sic] poniendo los carteles. En algunas tiendas me preguntaban qué era. Me ha sorprendido mucho.
Cuéntame ¿quiénes son?
―Miguel Angel, Angeles y Dioni son tres amigos de San Cristóbal de los Angeles, de Madrid, que inventaron la tecno-rumba y empezaron vendiendo sus propias cintas por las gasolineras. Han grabado cuatro CD y ocho cintas y hoy triunfan en toda España.
¿Salen por televisión?
―Ya lo creo. En “Sorpresa Sorpresa”, “Cita con la Vida”, “Risas y estrellas”, “Qué me dices”, “Hoy es posible”...lo tengo todo grabado.
¿Cómo te cogió la fiebre?
―Hace seis años, en el pueblo de Badajoz, Valverde de Leganés, escuché “Bella Lucía” cuando aun no tenían fama y me gustó.
¿Has hablado alguna vez con ellos?
―Sí. El 24 de agosto de 1996, hablé con Dioni a través de una valla de protección en Isla Fantasía [1]. El 10 de marzo vinieron a El Corte Inglés de Sabadell a firmar disco y yo, para impresionarles, me puse una camiseta de ellos estampada por mí y ya se fijaron un poco. Y este 12 de julio actuaron en Viladecavalls y Dioni ya me reconoció. Me gustó mucho que una gente tan famosa se acordara de mi [sic] y les regalé un libro de su vida.
¿Hecho por ti?
―Sí de 150 páginas y 20 fotos. El 23 de agosto volverán a Isla Fantasía. A ver si me reconocen.
Hay pósters de Camela por toda la casa.
―Menos en el dormitorio de mis padres que no me dejan.
¿Y esa pizarra con sus nombres?
―Es para practicar las firmas de los tres. Ya me salen perfectas.
¿Escuchas mucho sus discos?
―De dos a cinco horas cada dia [sic]. Seguidas por supuesto. Me sé las letras de sus 54 canciones de principio a fin y las canto en mi grupo, MAyD, que significa Miguel Angel, Angel y Dioni.
Tu madre está preocupada.
―Sí y a mi novia. Pero ya llevo seis años y saben que tienen que aceptarme así, tienen que soportarlo aunque no quieran.
Muy fatalista, ¿no?
―A mi [sic] esto ya no se me pasa. Ya no me gusta ni música mákina, ni rock, ni nada. Sólo Camela.
Una ciudad, dos culturas».
________________________________________________________________
1. Célebre parque acuático ubicado en la localidad barcelonesa de Vilasar de Mar, sede de conciertos multitudinarios y festivales musicales.

1 comentario:

  1. Que vida tan triste y tan vacía la del pobre chaval. Y me pregunto que metas tendrá en su vida, que sueños.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar