13 AÑOS DE CRÓNICAS EN ‘CATALIBANES’ 
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14 de marzo de 2016

Mintiendo

En un país donde el caprichoso destino ha querido que una ministra de Sanidad se apellidase Mato y que una saga de prósperos banqueros comparta el nombre de familia Botín, surge alguien que hace honor a su apellido: Gabriel Rufián.

El pasado día 4, en la segunda sesión del debate de investidura de Pedro Sánchez, se estrenó en el Congreso de los Diputados con su primer discurso: dio vergüenza ajena. Nadie le había avisado de que ese estilo enfático y parsimonioso que emplea no hace sino subrayar su inanidad. Y su incultura, porque lo cierto es que acuchilló el idioma a placer:
«Uséase» (minuto 2:24 del vídeo).
«Una gente que nos nega ser». (min. 3:47).
«Espero que sea tan benóvelo como con el señor Rajoy» (min. 8:31; en un rifirrafe con el presidente de la Cámara Baja, Patxi López, por haber sobrepasado su tiempo).
Teniendo en cuenta que a un Parlamento se va a parlamentar, a hablar, enviarle a él (número 1 en la lista electoral de ERC por Barcelona), a su compañero de partido Joan Tardà (Ramón de España le llama sarcásticamente «el hombre jabalí»), y al diputado de Democràcia i Llibertat Francesc Homs, con las dramáticas deficiencias expresivas que arrastra («La posición oficial que hay por parte de la Unión Europea es que mientras no se plantee, por parte de un Estado miembro, qué se hace en una circunstancia como esta en el caso que se produjera... produciera, perdón... pues no se va a emitir opinión. Esta es la posición oficial de la Unión Europea. Con lo cual, ya se verá. ¡Tántas cosas se han resuelto! Fíjense un dato: si fuera por los Tratados, España no habría sido rescatada, porque se ha incumplierto todo»; 6 de febrero de 2014, en la La Mañana de COPE), no deja de constituir una falta de respeto a la nacion. Probablemente intencionada. Aunque lo peor es que Rufián encima se dedica en Twitter a afearles pedantemente sus errores ortográficos a otros usuarios de la red social: en concreto, a uno que había colocado mal una tilde en una palabra.

Pero es que además los apenas nueve minutos de duración de su bochornosa intervención rebosan embustes:
«Podríamos seguir hablando de una gente que tiene a mi compañero Santi Vidal impugnado, inhabilitado, por ser independentista».
Gabriel Rufián posa junto a Eduardo Reyes,
presidente de la asociación separatista de
castellanohablantes Súmate y diputado
autonómico de Juntos por el Sí
Dejando de lado este nuevo vapuleo a la gramática ―ya que el verbo impugnar no significa lo que él pretende, está mal escogido―, su señoría se refiere a Santiago Vidal i Marsal, Magistrado de la Audiencia Provincial de Barcelona, a quien en febrero de 2015, el Consejo General del Poder Judicial sancionó con una suspensión de empleo durante tres años y la pérdida de su plaza. Pero no «por ser independentista» como dice, sino debido a su participación en la redacción del esbozo de una futura Constitución catalana y a que apoyó el referéndum de autodeterminación del 9-N (infracción de «ignorancia inexcusable en el cumplimiento de los deberes judiciales», contemplada como muy grave en el artículo 417.14 de la Ley Orgánica del Poder Judicial).

Vidal, que ahora ocupa el cargo de senador de Esquerra Republicana de Catalunya, es también el “inventor” de aquella falsa sentencia del Tribunal de La Haya sobre la secesión de Kosovo (momento recogido en este vídeo de un acto de la ANC de 2013), ampliamente difundida y la cual todavía hoy muchos separatistas intentan colar como auténtica en las discusiones.

Y quizás porque el flamante diputado con maneras de macarrita pomposo no se había quedado a gusto, siguió tergiversando:
«Que digan que el problema del sistema educativo es que los niños estudian catalán en Cataluña, aparte de mentirosos son unos miserables».
Lo que él hace sí que es miserable. Pues sabe perfectamente que la triste realidad —perpetrada con la complicidad de los sucesivos Gobiernos de España— consiste en que en Cataluña sólo se puede estudiar en catalán; que a los niños se les niega el derecho constitucional a recibir educación en español.

A continuación arremetió contra los de Ciudadanos, quienes, según él, «salen pitando del Parlament [sic] de Cataluña para no condenar el franquismo». Por fortuna para la formación de Albert Rivera, una nota de prensa colgada en su sitio web desde hace dos años y medio informa de que en esa fecha, la del 27 de septiembre de 2013, votaron a favor de la propuesta de CiU y ERC para condenar los regímenes totalitarios:
«El Parlament condena solemnemente toda declaración o actividad que comporte algún tipo de trivialización, alusión comparativa injuriosa, exculpación o negación del nazismo, el franquismo y el resto de regímenes fascistas y/o totalitarios» (https://www.ciudadanos-cs.org/prensa...arlament/6255/).
Y cuando creíamos que ya no se podía caer más bajo, nuestro protagonista se empeñó en demostrarnos cuán equivocados estábamos, calumniando desde la tribuna a los presentes en el hemiciclo:
«Yo soy nieto e hijo de andaluces llegados hace 55 años desde Jaén y desde Granada a Cataluña. Soy lo que ustedes llaman charnego y soy independentista. He aquí su derrota y he aquí nuestra victoria».
Xarnego (‘charnego’) es un término acuñado en Cataluña, recogido por el lingüista barcelonés Joan Coromines i Vigneaux (1905-1997) en el Diccionari Etimològic i Complementari de la Llengua Catalana (‘Diccionario Etimológico y Complementario de la Lengua Catalana’) y que no se utiliza en el resto de España. Estas son las dos acepciones que ofrece el Diccionario de la lengua catalana del Instituto de Estudios Catalanes (Institut d'Estudis Catalans, 2ª edición):
«1 m. y f. [LC] Hijo de una persona catalana y de una no catalana, especialmente francesa, dicho despectivamente.
»2 m. y f. [LC] Immigrante castellanoparlante residente en Cataluña, dicho despectivamente».
El Gran Diccionari de la llengua catalana, publicado por el grupo de empresas Enciclopèdia Catalana, que es tradicionalmente conocido por su sesgo nacionalista, contiene una definición aún más racista:
«Persona de lengua castellana residente en Cataluña y no adaptada lingüísticamente a su nuevo país».
Deplorable. La asignación de un escaño a Gabriel Rufián rubrica la implantación en las altas instituciones del Estado del chulopiscinismo y de la mendacidad.

5 de agosto de 2015

2

Anda la secta muy silenciosa últimamente. Apenas se les oye. El año pasado por estas fechas ya estaban anunciando a bombo y platillo el show con que tenían pensado amenizarnos en la Diada del 11 de septiembre: un gigantesco mosaico humano a lo norcoreano en forma de v, con adultos y niños —¡muchos niños, muuuchos!— obedientemente uniformados, con camisetita amarilla unos; de color rojo la otra mitad.

Este año en cambio ni siquiera me he enterado de qué preparan. Alguna mamarrachada de las suyas, eso seguro, profusa en grititos histéricos, chutes de victimismo y semblantes con mirada perdida. Pero el caso es que su ímpetuosa omnipresencia de antaño en los medios parece haberse esfumado. No se les ve organizar hitlerianas marchas nocturnas con antorchas, ni conciertos “por la libertad” en el estadio del Barça. Los referéndums con urnas de cartón son cosa del pasado. Y en las carreteras uno ya sólo se cruza con vehículos y no con cadenas humanas. Todo lo cual abona en bastantes optimistas la convicción de que cayeron abatidos por la derrota. ¡Nada más lejos de la realidad!


Además de para adoctrinar políticamente al pasaje,
el reparto gratuito de periódicos en los transportes
públicos sirve a la Generalidad para subvencionar
encubiertamente a la prensa afín
Los admiradores de los golpistas Lluís Companys y Francesc Macià están, simplemente, agazapados, al acecho. En paciente espera de su oportunidad... tras las elecciones. Pero de las generales más que de esas autonómicas convocadas anteayer para el próximo 27-S, porque es cuando planean extorsionar a placer al previsiblemente débil Gobierno de la nación emergido de las urnas.

Lo que se ha dado en mal llamar «proceso soberanista [sic]» no es sino un acelerón imprimido por Artur Mas a la operación separatista puesta en marcha 35 años atrás por Jordi Pujol («hoy paciencia, mañana independencia», coreaban sus colaboradores directos y sus acólitos, mientras en Madrid el Molt Honorable cleptócrata fingía contribuir a la estabilidad del Estado con su interesadísimo apoyo parlamentario y era elegido «El español del año»).

E intuyo que el chulesco desafío de Mas, o pisotón de gas a fondo, viene siendo apoyado desde el principio por dos clases de nacionalistas: los líderes iluminados y el populacho persuadido por la propaganda, de una parte; y un segundo grupo, más realista, integrado por políticos catalanistas de diversas tendencias y por determinada élite empresarial, que pese a haber atisbado la improbabilidad de una secesión inmediata, con la agitación provocada buscan arrancarle al Gobierno todavía más privilegios a través de un estatus especial para esta Autonomía (el blindaje de competencias en materia lingüística y educativa, el reconocimiento oficial de Cataluña como “nación”, unas estructuras judiciales desconectadas de las del resto de España ―para garantizarse la impunidad de sus corruptelas perpetradas y por cometer― y derecho de veto en ciertas decisiones del Ejecutivo son algunas de las reivindicaciones que ya intentaron colar en la elaboración del último Estatuto).

Así como un pacto fiscal o concierto económico, por supuesto; con una agencia tributaria propia. ¿Para conseguir definitivamente el famoso “encaje de Cataluña en España” con el que tanto nos han machacado? No, al revés: para poder sufragar los enormes costes que conlleva una secesión.

Porque para crear una nación de la nada y ponerla en el mundo (esto es: obtener la aceptación de la ONU y de las potencias de mayor peso, incluirla en los principales foros y tratados internacionales habiéndola dotado antes de sus preceptivas estructuras de Estado para cubrir las apariencias, establecer acuerdos comerciales con otros países, emitir deuda pública con posibilidades de éxito, etc.) hay que comprar muchas, pero que muchas voluntades. Y a muy caro precio.

Ni existe ese espejismo de una versión moderada del nacionalismo, ni resulta posible contentar a este con nada. Quienes proponen soluciones a base de fórmulas federales y asimetrías se engañan o nos engañan. Porque es un movimiento político con dos objetivos irrenunciables: desgajar Cataluña de España y anexionarse después otros territorios (fantasmagoría imperialista de los «Países Catalanes»). Y no parará hasta alcanzarlos, sin reparar en tiempo ni en gastos.

Mientras tanto seguirá creciendo en número de adeptos, fanatizando a las masas, inoculando odio cainita, acaparando cuotas de poder político y social, y colonizando culturalmente las regiones de las que pretende apropiarse. Continuará sobornando a medios de comunicación mediante subvenciones. Y las escuelas catalanas nunca dejarán de proveer generaciones de fieles con la mente convenientemente programada, merced a la competencia de Enseñanza que hace décadas fue transferida a la Generalidad.

18 de junio de 2015

In extremis

Dolça Catalunya es un blog de autoría colectiva realizado, según ellos mismos han explicado, con las aportaciones de «casi un centenar» de creadores, que está haciendo muchísimo para desmontar la tupida red de falacias y estafas intelectuales del nacionalismo. Y es además uno de esos sitios de Internet donde tan enriquecedores resultan sus articulos o entradas, como los comentarios de buena parte de sus lectores. Tal es el caso de la reflexión que el firmante con el seudónimo ultronilimitado depositó el pasado 27 de mayo, a las 00:55, debajo de una información sobre tensiones internas en CiU tras el descalabro encajado por la formación en las recientes elecciones municipales:
«En mi opinión el independentismo solo es la forma que toma en Cataluña algo que está muy arraigado en toda España. […] En el fondo es una manifestación de las famosas dos Españas. Creo que existen dos formas totalmente antagónicas e irreconciliables de entender este país y mientras eso exista existirá [sic] el nacionalismo y el independentismo. Yo me he encontrado con gente que dice que le da vergüenza ser español hasta en Murcia. Gente que no puede ser nacionalista (y menos aún independentista) de sus respectivas regiones por cuestiones prácticas pero que tienen una mentalidad totalmente regionalista y de indiferencia, cuando no desprecio, a su propio país, […] En Cataluña como tenéis la lengua y otras cuestiones que permiten forjar una cierta diferencia con respecto a otras partes de España eso se manifiesta como nacionalismo/independentismo, y quizá ese desapego por España es más pronunciado».
Interesante. Confieso que nunca había contemplado el asunto bajo este prisma. Precisamente hacía pocos días acababa yo de escuchar en un famoso programa de radio la queja de una oyente, a quien la decisión de lucir una pulsera con los colores de la bandera española le había acarreado numerosos reproches de gente de su entorno, que la tachaban de facha. Y no se comunicaba precisamente desde Arenys de Munt, ni desde una aldea de cejijuntos en la Cataluña profunda. Tampoco desde Vascongadas. La increpada muchacha residía en la Villa y Corte de Madrid.

Esta imagen captada en Vilasar de Mar bien podría
ilustrar el enfrentamiento que se vive en el seno
de muchas familias, y no sólo en la sociedad
Un panorama que irremediablemente trae a la memoria los versos del poeta Joaquín María Bartrina (1850-1880), nacido en la tarraconense localidad de Reus, en una época distante pero al parecer, no muy distinta:
«Oyendo hablar un hombre, fácil es
Saber dónde vio la luz del sol.
Si alaba Inglaterra, será inglés;
Si os habla mal de Prusia, es un francés
Y si habla mal de España... es español».
No conozco ningún país del mundo en el que exista tanto desapego a la patria ―u odio visceral y psicopático, en según quienes― como aquí, donde se criminaliza el sentimiento patriótico y la exhibición de nuestro pabellón sólo es “tolerada” en edificios oficiales o con motivo de alguna victoria deportiva. Y a condición de que esta se celebre con brevedad. (¡Claro!, que tampoco tengo noticias de ningún lugar que haya erradicado de una parte de su territorio nacional la enseñanza en el idioma oficial; pero eso es harina de otro costal. Aunque ambos males parten de la misma raíz y están íntimamente relacionados).

Los reportajes, las películas y las series de televisión nos muestran una muy diferente realidad de los Estados Unidos de América, por ejemplo. Allí, su bandera colocada en un mástil ondea en el jardín de incontables domicilios particulares o en su fachada principal. Y muchos estadounidenses han optado por colocarse las archiconocidas barras y estrellas en forma de adhesivo en la carrocería de su automóvil, el casco de obra o la carcasa del ordenador portátil que cargan de un lado para otro en su devenir diario. Sin complejos, con naturalidad. Por lo que sabemos, no reniegan de su país ni podrán contemplarlo nunca como un difuso y abstracto concepto a combatir, al revés. Además de ser el lugar de su infancia y de sus primeros recuerdos, representa para ellos su sistema de valores, su estilo de vida y el orden constitucional que se han otorgado como única fórmula comprobada de convivencia y garantía de sus derechos y libertades. Justo lo contrario que nosotros.

Y es que no andaba desasistido de razón quien una vez sentenció que estamos suicidándonos como nación.

25 de febrero de 2015

Los otros Jordis

El periodista Víctor Colomer es autor, desde 1982, de la sección «Cara a cara» en el Diari de Sabadell, un espacio de entrevistas a personajes locales que ―como él mismo define― tienen «un cariz inusual, sorprendente». El protagonista de la conversación publicada el 2 de agosto de 1997 fue un adolescente de 17 años de edad, con una peculiar forma de ser y de vivir.


Retrato de Jordi Mateo que ilustraba la entrevista, con
un póster de sus ídolos al fondo, cuya música decía
escuchar entre dos y cinco horas seguidas al día
Esta es la transcripción íntegra de aquel reportaje, que se tituló «Jordi Mateo, enfermo de Camela» y llevaba por subtítulo una de sus más impactantes confesiones («Si algún día les pasara algo, yo me mataría»):
«Su extremada pasión por el grupo madrileño de tecno-rumba, Camela, hace sufrir tanto a sus padres que le sometieron a tratamiento psicológico.
»El vecino de Sol i Padrís, Jordi Mateo López, 17 sigue bien sus estudios de electrónica, pero el resto de su vida está dramáticamente estigmatizada [sic] por Camela.
¿Cómo fue el tratamiento psicológico?
―Mis padres estaban preocupados y me enviaron a la piscóloga [sic]. Después de cuatro sesiones, me recetó medicamentos y me dijo “Camela para ti no es un grupo, sino una efermedad [sic]”.
¿Y con eso te curaste?
―No. Yo ya sabía que me diría algo así. A pesar de eso, sigo.
Las enfermedades hacen sufrir.
―A mi [sic] Camela me hace sufrir. Sufro porque algun dia [sic] les pase algo. Y (muy serio) es muy fuerte decirlo, pero si alguna vez mueren en accidente de furgoneta por esas carreteras, yo me mataría para que me llevaran a enterrar con ellos.
¡Pero niño qué estas [sic] diciendo!
―Lo haría, seguro. Parece que he nacido para ellos y moriré para ellos.
¿Qué solucionas matándote?
―Nada, pero ¿qué iba a hacer en este mundo sin Camela?
¿Y si se separan?
―No puedo ni imaginarlo.
O sea que realmente es una enfermedad.
―Claro. Si yo eso ya lo sé. Tengo una obsesión tan grande que una vez vi que alguien me había movido un centímetro un disco de Camela y me enfadé tanto que me marché de casa.
Si yo ahora voy a tu cuarto y te toco un disco de Camela.
―Si usted me toca cualquier cosa de Camela, no le mataba (sonriendo) pero vamos...
Y ahora vas poniendo papelitos por las farolas para crear el Club de Fans.
―Y en sólo una semana ya me han escrito 40 personas. He pedido a Madrid ser club oficial y, si nos dicen que sí, seremos el quinto de España y segundo de Catalunya después de Cerdanyola.
¿El presidente del club de Cerdanyola está tan camelado como tu [sic]?
―No. No tiene la fiebre tan alta.
¿Quiénes te han escrito?
―Chicos y chicas de 9 a 23 años, todos de Sabadell.
¿Por qué arrastra tanto Camela?
―Acaban de ser número 1 en ventas con el último disco “Corazón indomable”, muy por delante de las Spice Girls y Michael Jackson.
¿Sabes que mucha gente ni sabe qué es Camela?
―Sí, me he enterado estos dias [sic] poniendo los carteles. En algunas tiendas me preguntaban qué era. Me ha sorprendido mucho.
Cuéntame ¿quiénes son?
―Miguel Angel, Angeles y Dioni son tres amigos de San Cristóbal de los Angeles, de Madrid, que inventaron la tecno-rumba y empezaron vendiendo sus propias cintas por las gasolineras. Han grabado cuatro CD y ocho cintas y hoy triunfan en toda España.
¿Salen por televisión?
―Ya lo creo. En “Sorpresa Sorpresa”, “Cita con la Vida”, “Risas y estrellas”, “Qué me dices”, “Hoy es posible”...lo tengo todo grabado.
¿Cómo te cogió la fiebre?
―Hace seis años, en el pueblo de Badajoz, Valverde de Leganés, escuché “Bella Lucía” cuando aun no tenían fama y me gustó.
¿Has hablado alguna vez con ellos?
―Sí. El 24 de agosto de 1996, hablé con Dioni a través de una valla de protección en Isla Fantasía [1]. El 10 de marzo vinieron a El Corte Inglés de Sabadell a firmar disco y yo, para impresionarles, me puse una camiseta de ellos estampada por mí y ya se fijaron un poco. Y este 12 de julio actuaron en Viladecavalls y Dioni ya me reconoció. Me gustó mucho que una gente tan famosa se acordara de mi [sic] y les regalé un libro de su vida.
¿Hecho por ti?
―Sí de 150 páginas y 20 fotos. El 23 de agosto volverán a Isla Fantasía. A ver si me reconocen.
Hay pósters de Camela por toda la casa.
―Menos en el dormitorio de mis padres que no me dejan.
¿Y esa pizarra con sus nombres?
―Es para practicar las firmas de los tres. Ya me salen perfectas.
¿Escuchas mucho sus discos?
―De dos a cinco horas cada dia [sic]. Seguidas por supuesto. Me sé las letras de sus 54 canciones de principio a fin y las canto en mi grupo, MAyD, que significa Miguel Angel, Angel y Dioni.
Tu madre está preocupada.
―Sí y a mi novia. Pero ya llevo seis años y saben que tienen que aceptarme así, tienen que soportarlo aunque no quieran.
Muy fatalista, ¿no?
―A mi [sic] esto ya no se me pasa. Ya no me gusta ni música mákina, ni rock, ni nada. Sólo Camela.
Una ciudad, dos culturas».
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1. Célebre parque acuático ubicado en la localidad barcelonesa de Vilasar de Mar, sede de conciertos multitudinarios y festivales musicales.

29 de noviembre de 2012

Desde USA con humor

Las elecciones anticipadas en las que, lejos de alcanzar la pretendida mayoría absoluta, ha perdido la quinta parte de su representación en el Parlamento autonómico tras obtener doce escaños menos, no son lo único que últimamente le sale mal a Artur Mas. La “internacionalización del conflicto”, como él y los suyos llaman a recabar apoyos exteriores a sus aspiraciones secesionistas victimizándose, tampoco parece estar dando los frutos esperados. El diario satírico estadounidense The Daily Currant se pitorreaba ayer mismo de los separatistas mediante la publicación de una hilarante noticia ficticia con el titular «Obama: ‘Cataluña debe ser libre’».

El texto va acompañado de una imagen del alto mandatario norteamericano y comienza así su mofa:
«El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, ha respaldado hoy la independencia de Cataluña proclamando que a la sufridísima región española le había llegado ya la hora de librarse del “autoritario” yugo de Madrid.
»En un inesperado discurso ante la Asamblea General de la ONU, el recientemente reelegido Obama pidió un inmediato referéndum sobre el futuro de Cataluña para poner fin a los 900 años de “ocupación castellana” de esa próspera región del norte:
»“Durante demasiado tiempo España ha obligado a Cataluña a aceptar líneas de tren de alta velocidad, servicios públicos de primera categoría, y una renta dos veces superior al promedio global.
»”Madrid le impuso despiadadamente a Cataluña los Juegos Olímpicos en 1992. Y en 2009 hizo gala de una extrema crueldad construyéndole una nueva terminal internacional de aeropuerto.
»”Estados Unidos no puede permanecer de brazos cruzados mientras esa feroz opresión continúa. Estamos con el pueblo catalán contra sus opresores españoles”».
El humorístico medio, con dominio registrado en Arizona, prosigue en el mismo tono y añade:
«Obama explicó a los dignatarios reunidos que la situación en Cataluña debería ser la máxima prioridad para la humanidad en este momento:
»“No podemos permitirnos perder el tiempo con los sucesos en Siria, el Congo, Somalia o Afganistán. La atención del mundo debe centrarse por completo en la angustia que se vive en las calles de Barcelona.
»”Olvidémonos de los niños soldado de África, de las madres que se mueren de hambre en la India y de los millones de presos políticos en Corea del Norte.
»”Vamos a preocuparnos de los pobres millonarios catalanes, forzados a destinar un 0,004% de sus ingresos a que un niño gallego pueda comer”.
»Obama concluyó su discurso en un perfecto catalán realizando un emotivo llamamiento a la acción:
»“Catalunya ha d'estar lliure”».

15 de diciembre de 2010

La Cicciolina de Lérida

Estas elecciones autonómicas han sido de todo menos aburridas. Hemos tenido a líderes disfrazados de supermán (José Montilla), spots de féminas penetrando urnas con sus papeletas entre sonoros orgasmos (PSC), candidatas demandando el sufragio sensualmente envueltas en una toalla (la Nebrera). Y hasta el compromiso electoral en firme de construir aeropuertos para ovnis que ofreció Carmen de Mairena a bordo del CORI.

Uno de los jolgorios más celebrados vino con la noticia de que Joan Laporta había fichado a la estrella del porno María Lapiedra como imagen de su campaña electoral. Y ella, que se tomó muy a pecho su cometido, lanzóse breve de indumentaria a protagonizar un videoclip propagandístico, trotando por Madrid cual cervatilla en celo (cosa harto meritoria, pues hace allí un frío que pela). La música recuerda bastante al Time After Time de Cyndi Lauper; y la letra es de gran sofisticación, como ahora comprobaremos. Comienza con la sentida interpretación de un coro que deja chico al de Nabuco:
«Cataluñaaaaa, / Canta libreeeee / Con Laportaaaaa / presidenteeeee».
A continuación, aparece María con una bandera separatista delante del Estadio Santiago Bernabeu, derrochando dotes vocales:
«Es tiempo de luchar por lo que es nuestro, / El cielo de Cataluña es azul. / Es tiempo de luchar por nosotros, / Es tiempo de amar, / Es tiempo de amar. / La vida es muy corta / Y tienes que ganar. / Si quieres resultados: / Laporta presidente, ¡aaaaah!».
Ahí, justamente ahí y no antes, es cuando María Lapiedra, la nuestra, nuestra María, manotea para abanicarse, enardecida por la sola mención de su idolatrado.
«Laporta presidente, ¡uuuuuh! / Laporta presidente. / Si llevó al Barça a lo más alto, / Si en Guardiola confió. / Ya es tiempo de pasar de todos / Los que se aprovechan de nuestra bondad, / Los que se aprovechan de nuestra bondad».
Y acomete otra vez el estribillo:
«La vida es muy corta / Y tienes que ganar. / Si quieres resultados: / Laporta presidente, ¡aaaaah! / Laporta presidente, ¡uuuuuh! / Laporta presidente».
Porque conocemos a María hace tiempo y la sabemos incapaz de engañarnos; que si no, sospecharíamos que ha copiado estas estrofas de alguna antología poética de Juan Ramón Jiménez.


El vídeo corrió por las redacciones periodísticas e Internet como gasolina incendiada. El 27 de noviembre, apenas ocho días después de haber sido colgado en YouTube, ya sumaba 236.897 hilarantes visionados y era motivo de pitorreíllo generalizado. Pero poco antes de esa fecha, el día 22, la dirección del partido había renegado de la cantante a través de Facebook y desautorizado sus iniciativas mediante una nota oficial cruelmente titulada «aviso importante sobre las mentiras y difamaciones contra Solidaritat Catalana», que constaba de cuatro puntos como cuatro mazazos:
«1. La Sra. María Lapiedra manifestó que quería votar a Solidaritat Catalana de forma personal y apoyó un acto de SI [siglas de la formación] en Begas a través de un comunicado del cual se hicieron eco algunos medios de comunicación ajenos a SI.
2. María Lapiedra no tiene ningún tipo de relación de colaboración ni de ningún otro tipo con Solidaritat Catalana, ni la ha tenido nunca más allá de la de una mera votante entre tantos que han manifestado querer votar a SI.
3. María Lapiedra ha realizado un vídeo promocionándose con el nombre de SI que nada tiene que ver con nosotros y ya le hemos advertido en diversas ocasiones de que ni puede utilizar el nombre de Solidaritat Catalana, ni el de Joan Laporta para sus actividades públicas.
4. Pedimos a todos que no utilicen el nombre de Solidaritat Catalana ni de Joan Laporta para intereses personales sin autorización del partido y, en particular, a los medios de comunicación que contrasten las informaciones que divulgan».
La repudiada artista viene desmintiendo desde entonces esa versión: alega que le propusieron presentar el mitin del municipio barcelonés de Begas y varios más, que contaba con carta blanca para promocionar Solidaritat como mejor estimase, y que mantuvo puntualmente informado al ex presidente azulgrana sobre la elaboración de su polémica canción. «Si a mí me ha engañado, puede hacerlo con cualquier catalán», nos previene la pobrecilla desde una entrevista al diario Marca.

Sólo cabe desear que este desagradable traspié político no trunque su prometedora carrera lírica.

24 de agosto de 2010

La Barcelona antipática

Shakira ha rodado su último videoclip en Barcelona. ¿Creería alguien que esto ha llenado de gratitud y satisfacción a sus autoridades por la magnífica promoción internacional que supone para la urbe? Pues no. Muy al contrario, los del Ayuntamiento se están dejando las pupilas en estudiar cada fotograma para multarla por dos horribles infracciones municipales: circular sin casco sobre una motocicleta Harley-Davidson en una escena, y hundir sus lozanas carnes barranquilleras en una fuente pública durante la filmación de otra.

Por cierto, recordemos que la famosísima cantante colombiana de ascendencia libanesa interpretó el himno oficial del último Mundial de fútbol. Y ha sido ese mismo Consistorio, el de la Ciudad Condal, el que ha rechazado la propuesta del PP de rendir homenaje a los victoriosos jugadores de la selección española con una recepción. Que eso de que unos jugadores catalanes traidores colaborasen en dar tamaño triunfo deportivo al opresor país vecino, mas cosa es de olvidar y soterrar vergonzosamente que de festejar por todo lo alto.

La Alcaldía también prohibió al partido Ciudadanos la instalación de una pantalla gigante en la Plaza de San Jaime para seguir los partidos de nuestro equipo por tierras sudafricanas. Dicha formación política se había ofrecido a correr con los gastos, al erario no le iba a costar un solo euro. Pero ni se le permitió, ni fue atendida tampoco su anterior petición de habilitar un espacio público para tal fin.

Sin embargo, hace escasas fechas el Ayuntamiento barcelonés sí autorizó un acto de bienvenida que se venía preparando en el barrio de Gracia para homenajear a la terrorista Laura Riera porque eso sí que es bueno, más edificante, mejor. El sábado 21 estaba prevista su salida de prisión tras cumplir nueve años de condena por colaboración con banda armada. La hoy ya excarcelada se había servido de su empleo como funcionaria municipal en Tarrasa para facilitar a ETA matrículas de vehículos de objetivos potenciales. Como el del concejal del Partido Popular de Viladecavalls, Francisco Cano, asesinado en atentado el 14 de diciembre de 2000 mediante una bomba lapa adosada a los bajos de su coche. «No nos corresponde prohibir o no prohibir», declaró textualmente tres días antes en referencia a la celebración del evento filoetarra el alcalde Jordi Hereu, desentrenado sin duda en estos lances de la interdicción que se diría no ha ejercitado nunca.

Ha sido la Audiencia Nacional desde la “malvada” Madrit la que finalmente prohibiera esa preparación de un evidente delito de enaltecimiento y apología del terrorismo.

Y es que la antaño bullente Barcelona, capital europea dinámica, abierta y cultural, ha devenido hoy en un patético bastión del catetismo, en el cortijo del nacionalista Hereu y sus reconcentrados secuaces.

1 de agosto de 2010

Visita inesperada y yo, sin botijo que ofrecerle

Anoche, al consultar las estadísticas de la jornada, me sorprendió el registro de una afluencia infrecuentemente alta de visitantes españoles al blog. ¿Qué ha pasado, a qué se debe? Seguí revisando y resultó que había entrado una cincuentena de probables gañancitos monoceja procedente del foro de RacoCatala.cat; sí, sí, ése donde algunos se carcajean y celebran los asesinatos de la ETA, la fabricación a bombazos de huérfanos y viudas. Alguien ha colgado allí un enlace a esta dirección el 31 de julio y les empujó la curiosidad de comprobar qué se decía de ellos, sobre sus comentarios y desbordada alegría de aquel día del atentado terrorista ahora hace un año.

¡Pues nada, sed bienvenidos al sitio! Dejad la estelada y la falç en el recibidor, y disponeos a contemplar vuestra obra: se llama Cataluña, una región que, de ser la más rica de España, tras treinta años de nazionalismo cerril ha pasado a ser la cuarta —después de Madrid, Vascongadas y Navarra—, y bajando.

No sabéis bien, catasunos míos, el regalo que me hacéis colocando enlaces hacia aquí: cuantos más pongáis, posiciones más altas escalará este blog en Google y en los demás buscadores, de mejor calificación gozará en Alexa, y más personas normales vendrán a conocerlo. De esta manera es como funciona Internet. Os animo a continuar enlazándolo. Yo, a cambio, como favor con favor se paga, prometo seguir mostrándoos el espejo que refleja vuestro aldeanismo mísero y cobardón, vuestros lloriqueos perpetuos por no conseguir una independencia que ni os merecéis ni jamás tuvisteis, y manteneros así entretenidos sin que salgáis a amenazar y agredir al projimo que no opine como vosotros.

Acomodaos, por tanto, y sentíos como en vuestra casa, pues en ella estáis. Y no olvidéis apartaros de la cara el pelo de dehesa para no perder detalle de nada cuanto aparezca en la pantalla. Empecemos por ver los muertos de quienes tanto os reíais: