Regreso tras varios meses de ausencia. Esta larga pausa me ha regalado el suficiente distanciamiento como para reflexionar qué hacer con el blog, para plantearme si realmente merece la pena continuarlo. Y he llegado a la conclusión de que, si bien resulta siempre loable combatir cualquier clase de totalitarismo que esté, además, basado en mentiras y falsificaciones históricas, me he equivocado de dirección hasta ahora. La mayoría de quienes realizamos humildes esfuerzos a diario mediante blogs como éste, o a través de las redes sociales, nos estamos equivocando. Incluso algunas asociaciones que con encomiable heroicidad defienden las libertades y derechos lingüísticos en Cataluña jugándose literalmente la vida, yerran también su estrategia. ¿Por qué?
Porque tendemos a considerar el nacionalismo como un problema específico y aislado. Como si de la lucha contra el Alzheimer o contra el bacilo de Koch se tratase. Pero no es así. De los desmanes y desafíos antidemocráticos que con creciente virulencia perpetran los separatistas son culpables quienes se los consienten: el Partido Popular, el Partido Socialista Obrero Español y el rey Juan Carlos I.
A ellos deberíamos todos exigirles responsabilidades.
De nuestro monarca mejor olvidarnos, más preocupado como está en cazar animales por parajes africanos mientras aquí en Cataluña disparan contra nuestras libertades. Nadie diría que sobre él pesa el mandato constitucional de velar por nosotros y por la democracia.
Aunque el papel de los dos grandes partidos nacionales no viene siendo menos indigno. La grave situación en que nos hallamos es el producto de su constante retroceso ante las embestidas secesionistas a lo largo de tres décadas, por una mezcla de cobardía y de conveniencia política a partes iguales. Porque formaciones como CiU o el PNV, parlamentariamente sobrerrepresentadas debido a nuestro injusto sistema electoral, son y han sido siempre prostitutas complacientes de las cuales se conocía su tarifa: más transferencias, más poder, más dinero. Es el chantaje nacionalista, en el que tanto el PSOE como el PP han sucumbido cada vez que necesitaron apoyos transitorios para gobernar.
La moneda de cambio con que han pagado esos caros servicios la sabemos.
Nunca antes el PP y el PSOE se habían parecido tanto. El uno es la imagen especular del otro. Son ya la misma cosa, dos pesadísimas maquinarias engrasadas para conquistar el poder a cualquier precio, que han ido desprendiéndose del lastre de sus principios ideológicos. Y actúan en la práctica como grandes empresas o corporaciones, mediante criterios exclusivamente de rentabilidad. De rentabilidad política, en este caso.
Sólo así se comprende que un candidato de cualquiera de los dos partidos pueda lanzar un determinado mensaje al electorado en un sitio, prometer justamente lo contrario en otro, y terminar no cumpliendo ninguno de ambos compromisos tras ganar. Los ciudadanos como rehenes de una partitocracia podrida por completo.
Durante los ocho años de su mandato, José Luis Rodríguez Zapatero se lo dio todo a los nacionalistas. Desde un Estatuto de Autonomía absolutamente aberrante y lesivo para la soberanía nacional, hasta prebendas que ni ellos mismos habían soñado tener jamás. Por no mencionar la permisividad cómplice con sus atropellos sistemáticos (sanciones lingüísticas, exclusión del español en la educación, imposiciones a los castellanohablantes, propagandismo del odio, fomento de la desafección a España, desacato de las sentencias judiciales, etc.). Pero lo cierto es que su sustituto en el cargo no lleva distinto camino.
Pese a no necesitarle para nada, ya que cuenta con diez escaños por encima de la mayoría absoluta, al presidente Rajoy le ha faltado tiempo para correr a pactar con Artur Mas. El mismo Artur Mas que ha anunciado abiertamente su intención de romper en breve nuestra nación y la legalidad secesionando la región catalana. Ese personaje caciquil que envalentonadamente nos golpeaba con otra nueva chulería hace escasos días, al anunciar su férrea determinación de seguir desobedeciendo las numerosas sentencias del Tribunal Supremo que declaran inconstitucional la “inmersión lingüística” y le instan a introducir el español también como lengua vehicular de la enseñanza. Y lo ha cometido con total impunidad. Sin que la Fiscalía General del Estado haya actuado contra él, ni por decirlo ni por hacerlo. ¿Imaginaría alguien a un condenado proclamando que va a saltarse la orden de alejamiento recién impuesta por un juez? No transcurrirían ni veinte segundos antes de que muy merecidamente diera con sus huesos en prisión. Pero al jefe de la Generalidad no le pasa nada, porque nada le hacen.
Y así, paso a paso, vamos caminando hacia un desastre cierto. La historia, tozuda, nos recuerda cómo aquellos políticos que nos han conducido a cada catástrofe han sido luego los primeros en quitarse de en medio en cuanto la situación estallaba. Dejándonos aquí solos a los españoles, para que diésemos rienda suelta a nuestro ancestral cainismo. La próxima vez no será diferente.
La unica forma de luchar los ciudadanos contra este sistema totalitario ,es rebelarnos y no hablar nunca mas en catalan ...es la unica arma que nos queda contra este desbario nacionalista.Que vea que el pueblo real ,no los quiere.
ResponderEliminarAtinado análisis, el que hace de la situación actual.
ResponderEliminarexelente blog felicidades
ResponderEliminarHace un par de meses conocí este blog... ¡y me encantó!. Felicidades... por favor, ¡sigue así!.
ResponderEliminarCuidado... el catalán no es culpable... los catalibanes, ¡sí!.
¡Visca Espanya!- ¡Viva España!
¡Viva Cataluña y el resto de tierras españolas!
Desenmascarar las mentiras de los talibanes... no callar -¡nunca!- ante ellos... ¡
Parafraseando... "No es el tiempo para el ingenuo silencio de los corderos, sino para el tronar de la verdad desde los foros, libros, publicaciones, escritos, artículos, páginas cibernéticas, conversaciones, y de todo medio válido y accesible al amador de la verdad, para que la proclame con voz..."
El silencio de los corderos se acabó...
¡¡ Ánimo !! Me parece una labor importante y necesaria. Es sorprendente la difusión que estos blogs logran. Llegan a todos los rincones del mundo. Sigue adelante que cada dia tienes mas apoyos.
ResponderEliminarA veure... comences el post dient que et replantejes si seguir amb el blog o no... i t'embranques en descriure altre cop tota la corria d'injustícies que segons tu atempten a la llibertat del poble català espanyol. M'he quedat amb el dubte si et retires ja o no.
ResponderEliminarSi és que sí, em sabrà molt greu, ja que m'encanta tenir ben recollides totes les frases i declaracions que han dit persones molt rellevants per a mi, que comparteixen la meva causa. Gràcies!!
Si és que no, que ho deixes, serà una pena, doncs perdré aquest recull tan bonic (amb vídeos i tot!). Però estaré content per tu, ja que un niu de mentides i opressió nacionalista feixistoide com és el teu bloc només pot ser dolent. D'aquesta manera, en el cas que abandonis la teva lluita per la "libertad y la defensa de la constitución de todos nosotros los espaÑoles", penso que no serà més que l'assumció d'allò que és imminent, d'haver de publicar a internet des d'una Catalunya Lliure, i per lliure, s'entén com a hostil per qui ens va en contra. Sempre et quedarà en Cañas ("qué gran ciudadano, qué gran patriota!!")
Visca Catalunya Lliure!!!! Viva España, pero que viva lejos!!
Un català de Girona (y Polaco, y Catalufo, y Catalibán, y Separatista, y judeoMasón, ... a mucha honra!)
Enhorabuena por el blog. Es increíble que haya personas que le nieguen a sus hijos el tener por idioma materno el 2º idioma más hablado en el mundo y se empecinen en mantener un dialecto pueblerino.
ResponderEliminarLo que dices me hace vomitar. El catalán es lengua, y la sustitución de lenguas maternas no debe nunca ser objeto de política.
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