Ingenioso, divertido, incisivo, mordaz. ¡Magistral! Desde el Diari de Girona, Albert Soler ha vuelto a hacerlo y nos regala otra magnífica columna, titulada: «Quart nadal a la presó, Jesús es nat». Publicada hoy, día 27 de noviembre de 2020, y cuya traducción desde el catalán queda así:
«Se acerca la Navidad y con esta los buenos deseos, así que ya nos están recordando que hay presos que hará cuatro años que no pasan estas fiestas en casa. Nada nuevo. El año pasado nos decían que hace tres Navidades que no están en casa, y el anterior, que parece mentira que tengan que pasar otra Navidad lejos de los suyos, que ya van dos. El año que viene, si Dios quiere, nos dirán que es injusto que pasen por quinta vez Navidad lejos de la familia. Etcétera.
»Cualquiera diría que son los únicos presos que celebran la Navidad entre rejas. De hecho, es donde están más seguros hoy en día, con todo esto del coronavirus. Desde el momento en que los encuentros familiares se han convertido en el foco de infección más probable, poder celebrar el cumpleaños del Señor con compañeros de celda que han pasado todas las pruebas de PCR debería ser una bendición, no sé por qué lo toman como un castigo. Además, en las cárceles ni siquiera se fuma, con lo cual no les puede pasar lo que me pasa a mí cada vez que voy a la cena de Navidad en casa de la familia de mi señora y me toca entre dos fumadores de cigarro. Me cambiaría el lugar por Junqueras o Romeva, si pudiera, y perdón que no mencione a los demás, pero es que ya no recuerdo el nombre. Aleluya.
»Creo que el problema de nuestros presos, y digo nuestros porque nos los repiten tanto que ya parecen de la familia, es que no entienden el significado de la Navidad. Se le toman como una fiesta, como una ocasión para beber y comer sin freno como si no hubiera un mañana, excepto Junqueras, que según se deduce de su aspecto lo hace cada día sin necesidad de una Navidad en el calendario. No es eso. La Navidad, y el cura de la prisión se lo podría explicar, es una celebración interior, y en ningún lugar mejor que en una celda para vivirla místicamente. Ni san Juan de la Cruz ni santa Teresa de Jesús contactaron con Nuestro Señor bebiendo cava y comiendo turrones con la familia, ni cantando villancicos con parientes insoportables, sino que llegaron a la Gracia divina gracias a la soledad y el estoicismo, una oportunidad que la justicia ha ofrecido gratuitamente a nuestros presos y que estos deberían valorar. En lugar de lamentarse, deberían pensar en cómo son afortunados, cuando hay gente que paga por recluirse unos días en la celda de un monasterio y ellos ya llevan tres años haciéndolo a cargo de los presupuestos. La noche del 24 de diciembre no deben pensar sólo en el encuentro familiar que se ahorran, deben mirar aquella estrella en el cielo y tener presente que su sacrificio no ha sido en vano: en Waterloo los hay que viven a cuerpo de rey gracias a ellos. Te damos gracias, Señor».
Carles Puigdemont baila sardanas frente al Atomium, en Bruselas, el 8 de septiembre de 2019
«Los catalanes que reclaman para los presos —para algunos presos, no para todos— la libertad, aunque sea disfrazada de tercer grado, los están abocando al infierno. Es en prisión, entre rejas y con un menú sin alcohol, donde pueden reflexionar, entender qué han hecho mal en la vida. Cuando se repitan a sí mismos «lo volveremos a hacer», deben saber que cada año, cada día, queda menos gente que sepa a qué demonios se refieren, ya casi nadie recuerda qué hicieron y, lo que es peor, a nadie le importa. Acostumbrados a ser obedecidos sin protestar y a tenerlo todo, tener que obedecer sin protestar y valorar como un regalo del cielo un rato de más en el patio de la prisión, debe ser como encontrarse de golpe en el paraíso. Dejadlos disfrutar. Amén».
“¡Me lo quitan de las manos, oigaaaaaa! ¡Y no lo vendo ni por 10, ni por 9, ni por 8! ¡Ni por 7, ni por 6! ¡A 5 euritos solamente! ¡A 5! ¡Por poco más de lo que...! Toma este globito, niño. ¡Por poco más de lo que vale un café, ahora puede ser suyo! ¡El milagroso Linimento del doctor Puchi contra el reuma, la calvicie, el acné, los dolores de espalda y las hemorroides; que sirve también para engrasar las bisagras y quitar el óxido de la bicicleta! ¡Me quedan pocos frascoooos!”.
Concentración organizada por Carles Puigdemont el domingo 8 de septiembre de 2019, en Bruselas, delante del emblemático
monumento Atomium. Con motivo de la mal llamada ‘Diada nacional [sic] de Catalunya’, una victimista conmemoración anual
de la invasión española de Cataluña que jamás sucedió. ¡Atención a las del tutú, atención!
Enésima imbecilidad (ahora también llamadas: performances) escenificada por el separatismo; como siempre,lúgubre y victimista.
Esta vez ha sido en la Plaza Mayor de Vich, municipio de la provincia de Barcelona, el pasado domingo, día 26
«✔ Te dijeron que era un referéndum válido (no lo era).
✔ Te dijeron que ya tenían estructuras de estado (no las tenían).
✔ Te dijeron que en 18 meses habría independencia (mintieron).
✔ Te dijeron que harían DUI (ahora dicen que es “simbólica”).
✔ Te dijeron que no se irían empresas (se fueron).
✔ Te dijeron que habría reconocimiento internacional (no hubo ni uno).
✔ Te dijeron que todo era legal (no lo era).
✔ Te dijeron que la UE apoyaría la independencia (todas las instituciones en contra).
✔ Te dijeron que en caso de independencia seguiríamos en la UE (la UE dice lo contrario).
✔ Te dijeron que restablecerían al “gobierno legítimo” (no ocurrió).
✔ Te dijeron que el ejército intervendría (era mentira).
✔ Te dijeron que la ONU había denunciado a España (era trola).
✔ Te dijeron que Puigdemont era “finalista” al Nobel de la Paz (jamás ocurrió).
✔ Te dijeron “votad a Puigdemont que vuelve” (nunca volvió).
✔ Te dijeron “haremos a Puigdemont President de nuevo” (él mismo renunció).
✔ Te dijeron “el 21D seremos ingobernables” (Cataluña pasó del tema).
✔ Te dijeron “saca el dinero del cajero y así la economía colapsa” (era fake).
✔ Te dijeron “haremos huelga y pararemos Cataluña” (fue un fracaso).
✔ Te dijeron “montaremos La Crida” (otro fracaso).
✔ Te dijeron que abandonarían el Congreso en 18 meses (ahí siguen).
✔ Te dijeron que España no es una democracia (ahí sigue como democracia plena en los rankings).
✔ Te dijeron que el independentismo era mayoría (jamás superó el 50% en ninguna convocatoria electoral).
✔ Te dijeron que Puigdemont podría entrar en el Parlamento europeo como perico por su casa (la realidad es que no les dejaron recoger ni la acreditación provisional a Puigdemont y Comín).
Se acumulan las mentiras del procés».
Con el título La gran estafa, colocado sobre el fondo de una bandera separatista o estelada (‘estrellada’), esta lista que reúne con concisión los hitos propagandísticos del imponente timo procesista, está circulando, tal cual, por redes sociales. Su último punto hace referencia al esperpéntico episodio protagonizado antes de ayer por Carles Puigdemont y Antoni Comín en Bruselas, cuando a ambos se les impidió la entrada en la sede de la Eurocámara por carecer de actas de diputado.
11 de abril de 2019: la asociación de estudiantes constitucionalistas S'ha Acabat (‘Se ha acabado’) tiene programada una conferencia sobre nacionalismo y populismo en la Universidad Autónoma de Barcelona. Contará con la participación de Cayetana Álvarez de Toledo, junto a los dirigentes del Partido Popular Alejandro Fernández y Josep Bou; de la eurodiputada de UPyD Maite Pagazaurtundúa y del candidato por Ciudadanos Manuel Valls, así como de miembros de Sociedad Civil Catalana.
Dos centenares de separatistas que aguardaban a las puertas del auditorio, forcejean violentamente para impedirles el acceso. Les chillan, les insultan, les acometen, les empujan, les zarandean. Luchan por aproximarse lo bastante para propinarle a alguno una ración de democracia. Incluso hay tirones de cabello a la susodicha Cayetana. Y escupitajos. Escupir como las llamas es una forma de vejación que se ha popularizado entre estas turbas. Y que descarna el meollo de toda su impostura, porque lo que les brota de los labios no es la tan publicitada revolución de las sonrisas, sino un inmenso gargajo.
Mientras atacan, corean: «Fora feixistes de la universitat!» (‘¡Fuera fascistas de la universidad!’). A modo de consigna, con tintes de excusa. Enarbolando ese grito como una especie de justificante o de salvoconducto hacia la ferocidad. Tachar de fascista al otro es el pretexto que los fascistas se han buscado para partir cabezas.
Son los hijos del Espanya nos roba y del vivimos esclavizados; del somos una nación oprimida bajo un Estado colonizador. Crepitando en un incendio prendido hace décadas por una familia de ladrones, que incesantemente atiza un racista deforme puesto al frente de la Generalidad por otro, que es golpista y está fugado en Waterloo («Llevamos dos generaciones educadas en el odio a lo español y eso es irrecuperable». Albert Boadella. Agencia EFE, 22-05-2018).
Lejos de condenar la agresión, la Consejera del Gobierno autonómico Laura Borràs se jacta públicamente y advierte:
«Hay gente que busca problemas, y cuando buscas problemas, los encuentras».
No cabe más cinismo, resulta imposible exhibir mayor maldad. Según ella, expresarse, opinar, es provocar. Los nacionalismos no tienen disidentes; sólo enemigos, a los que cosifican y para quienes se decreta la eliminación física o la muerte social. Y aquí y en Europa sigue habiendo gente que no se quiere enterar.
Ángel Salazar sangra en el suelo tras sufrir el impacto de una piedra lanzada por terroristas urbanos organizados bajo las siglas CDR,
el pasado 30 de marzo, en Barcelona, cuando se dirigía a un mitin de Vox acompañado de otro miembro de una plataforma
que propone la custodia compartida de los hijos tras la separación conyugal
Al anochecer, la usuaria de redes sociales Vera Plath comparte en su muro su pesar:
«Hoy es un día triste. Pero, a lo mejor, ahora se entiende por qué mucha gente tiene miedo; por qué muchos no protestan; por qué tantos dicen que aquí no pasa nada...
»Vivimos en una dictadura cada vez menos camuflada, con una kale borroka alentada desde el gobierno catalán. Donde se nos castiga por pensar y hablar en nuestro idioma; donde se lava el cerebro a los críos desde su más tierna infancia; donde todos los medios de comunicación están manipulados para enfrentarnos... ya no con el resto de España sino entre los propios catalanes. Te odian por no adorar una bandera ideológica, pura insignia del odio. Te miran mal por comprar el periódico que te apetece. Te rayan el coche por no comulgar con su credo separatista. Desinfectan las calles que pisas. Te amenazan de muerte con una foto tuya acompañada de una bala en tu frente... Estamos envueltos en odio. De mucho odio. Así malvivimos.
»Y luego, desde fuera, nos preguntáis que por qué no nos quejamos.... ¿En serio? ¿EN SERIO?».
Sirve como epílogo de lo que ha pasado. Sirve como prólogo de lo que terminará por pasar.
El pasado 13 de febrero, ese que nos llama «bestias con forma humana» y dejó diagnosticado que arrastramos una tara en nuestra «cadena de ADN» (aunque luego no le haga ascos a cobrar 152.861'54 euros anuales del dinero de todos los españoles, de los impuestos pagados en Málaga o Valladolid; un sueldo que representa casi el doble que el del Presidente del Gobierno de España), volvió a intentar timarnos retorciendo el lenguaje hasta sentenciar que la democracia está por encima de cualquier ley. Fue en el programa de Onda Cero Más de uno, donde su presentador y director, Carlos Alsina, vapuleó sin miramientos a Quim Torra haciéndole caer en sus propias contradicciones y descarnando lo mendaz de su discurso.
Formalmente, ese razonamiento del títere movido por Carles Puigdemont desde Waterloo podría parecer impecable. Mas no deja de ser una tramposa obscenidad. Porque plantea una dicotomía entre democracia y legalidad que no es tal en los sistemas parlamentarios, donde esta es consecuencia de aquella: las leyes emanan de la voluntad popular. Empezando por la Carta Magna, situada en la cúspide de la jerarquía normativa y fuente de todos de los poderes del Estado (incluidas las Autonomías).
Y por sus conocimientos como abogado, Torra lo sabía bien.
Pero frente a tan burdas manipulaciones, justamente ese día emerge el mensaje diáfano y elemental del fiscal Fidel Cadena desmontando las falacias separatistas, en el transcurso del juicio por el golpe de Estado que está desarrollándose en el Tribunal Supremo. De su memorable intervención, que se extendió durante 38 minutos, sobresalen estos tres del vídeo en que nos recuerda lo obvio. Esta es la transcripción íntegra:
«Hay una serie de verdades o posverdades en el proceso que no son ciertas. Son las formas de expresión que, repetidas mil veces, parecen equivaler a una verdad. Pero que no lo son en absoluto.
»Todo el sustento ideológico descansa sobre diferentes valores. Primero: que la soberanía reside en el pueblo español. Ese es un valor absoluto que está proclamado por la Constitución. No se puede sustituir la soberanía del pueblo español por la soberanía de ninguno de los pueblos que lo integren. La sentencia del Tribunal Constitucional de 25 de marzo del 2014 [1], claramente establece, anulando y declarando inconstitucional la resolución cinco barra de la legislatura once [2], que la soberanía del pueblo catalán no es posible; que la “Constitución parte de la unidad de la nación española, que se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, cuyos poderes emanan del pueblo español”, ¡del pueblo español!, “en el que reside la soberanía”. “La identificación de un sujeto” soberano distinto, de cualquier ente territorial, “dotado de” “condición de” “soberano”, resulta “contraria a las” normas y “previsiones de los artículos 1.2 [3] y 2 [4] de la Constitución”. “La unidad ideal de imputación del poder constituyente”, continúa la sentencia, es, de acuerdo con el “fundamento de la Constitución y del” orden jurídico, el soberanismo del pueblo español, “origen de cualquier” otro “poder político”. Un acto de soberanía que otorgase la condición de sujeto jurídico de soberanía a cualquier ente territorial menor, no podría dejar de suponer la exención simultánea y laderación de esa soberanía al resto de los pueblos que constituyen España».
Corte de la carretera C-35 con neumáticos y palés ardiendo a la altura de Santa María de Oló, dirección Manresa. Uno de los muchos
provocados horas antes del inicio del juicio por los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR), para coaccionar
«No hay pues una soberanía catalana, hay una soberanía española. Y está proclamada por la Constitución. Y por su intérprete máximo y único, el intérprete auténtico, que es —como digo— el Tribunal Constitucional. Esa soberanía del pueblo español ya ha sido resaltada. Se respeta en Italia y se respeta en Alemania. Y cuando el Tribunal Constitucional italiano o el Tribunal Constitucional alemán dicen [sic] que la soberanía reside en todo el pueblo alemán o reside en todo el pueblo italiano, se acaba la pretensión de la Liga Norte del Veneto o de Baviera. Y a nadie se le ha ocurrido tachar, ni al Tribunal Constitucional italiano, ni al Tribunal Constitucional alemán, ni al Estado español, ni al Estado italiano, ni al Estado alemán, de Estados opresores contra el orden democrático. Esa aceptación absoluta de esa verdad justifica la bondad democrática de esos pueblos que están tan próximos a nosotros en el entorno occidental.
»No hay pues soberanía del pueblo catalán, hay soberanía del pueblo español. Aunque no existe el derecho de autodeterminación, y así ha sido puesto de manifiesto, el Tribunal Constitucional ha destacado también en muchas ocasiones (y concretamente en las sentencias de 2015 [5] y 2017 [6], que anulan las resoluciones, cinco once [7] la primera, y la ley 19 del 2017 [8] la segunda) que sí existe un derecho a decidir. Pero el derecho a decidir, en el marco de la Constitución, corresponde a todo el pueblo español. No puede otorgarse ese derecho a decidir fuera de los modelos previstos en la Constitución y en el artículo 168 [9] de la misma».
«No pueden unos pocos decidir sobre lo que es de todos», razonaba a continuación el fiscal Cadena, quien añadió:
«No hay legalidad democrática fuera de la legalidad constitucional. No hay atajos, no hay extramuros. Salir del ámbito de la legalidad constitucional es colocarse en el ámbito de la ilegalidad. Y colocarse en el ámbito de la ilegalidad propende al autoritarismo».
Alentadas las masas desde la Generalidad para generar en las calles un conflicto tal que doblegue al Estado (recordemos a Quim Torra y su: «A vosotros, amigos de los CDR, que apretáis y hacéis bien en apretar»), el proceso separatista ha terminado derivando, hacia la guerrilla urbana o carrer borroka por un lado (del catalán, carrer, ‘calle’), con violencia organizada como la vista recientemente el 21-D (el canal en YouTube asociado al blog recoge vídeos de aquellos y otros disturbios: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23); y hacia el frikismo delirante por el otro, del cual estas festividades están dejando muestras sorprendentes.
Paranoia, religión, fanatismo, política, tradiciones. En grotesca amalgama. Las siguientes imágenes pueden ampliarse entre 1'5 y 3 veces pulsando encima, para una óptima visualización de cada detalle. Arrancamos:
Este es el aspecto que presentaba la plaza Fra Bernardí de Manlleu la noche del 24 de diciembre. Mientras, en el Ayuntamiento de Calella —foto de la derecha— han decidido tirar la casa por la ventana con tan espectacular decoración de su fachada. Ambos municipios pertenecen a la provincia de Barcelona.
En Folgarolas (Barcelona), imponiendo la ideología a toda la población con cargo al contribuyente. Como ya todos saben, el amarillo, y más concretamente el lazo de ese color, han sido escogidos para simbolizar el apoyo a los imputados por el golpe de Estado del 1 de octubre de 2017.
La historia de Tárrega (Lérida) es una de las muchas que desmienten que Cataluña fuese invadida y colonizada en 1714, bulo fundacional del nacionalismo. Porque al igual que sucedió con otras muchas localidades catalanas, sus pobladores combatieron a favor del aspirante Borbón, Felipe V, en la Guerra de Sucesión por el trono de España. Hoy sin embargo han montado allí este singular abeto, de donde, a falta de bolas, penden los retratos de los prófugos y los procesados a la espera de juicio en prisión preventiva.
Inquietante. No se sabe si es un homenaje a Pizza Hut... O a Ed Gein, célebre asesino en serie americano aficionado a ensamblar porciones de sus víctimas, que inspiró a los guionistas de El silencio de los corderos y La matanza de Texas. Y lo del lazo en la nariz resulta insuperable. Sigue circulando durante estas fechas aunque su diseñador, llamado Oriol Bargalló, lo subió hace ya algunos meses a Twitter y a su blog personal, donde más fotomontajes suyos de idéntico gusto aguardan a quien ose entrar. Lo de al lado es un christma sin autoría conocida para felicitar las fiestas por Internet.
Acudir a una farmacia buscando remedio para la jaqueca provocada por la tabarra de los de la esvastelada, y encontrarse con esto.
Entrada de la sede del Departamento de la Vicepresidencia y de Economía y Hacienda de la Generalidad, con una especie de altar erigido a Oriol Junqueras y donde no falta una estrella por supuesto amarilla coronando esa especie de árbol. El edificio está situado en la Rambla de Cataluña, 19-21, de la ciudad Condal; y fue en su interior donde las multitudes convocadas por Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, presidentes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y de Òmnium Cultural respectivamente, retuvieron durante casi 24 horas entre el 20 y el 21 de septiembre de 2017, a los guardias civiles que estaban efectuando un registro ordenado por el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona en el marco de la Operación Anubis. La otra instantánea ha sido tomada también en unas dependencias del Gobierno autonómico.
Cada uno de los lazos de esta decoración navideña lleva escrito el nombre y el apellido de un cabecilla del 1-O.
Aquí, algo que podríamos denominar secesionismo gastronómico, con esa impactante presentación de la mesa (de las que quitan el apetito) y la forma dada al mazapán.
Desde que Pedro Sánchez trasladara a la cárcel catalana de Lledoners los imputados por el golpe de Estado, como parte del pago al nacionalismo por investirle presidente del Gobierno, el área circundante se ha convertido en escenario cotidiano de los más diversos numeritos y lugar de concentración donde se permite (y se promueve) cultivar el victimismo. Ambos momentos son del pasado 23 de diciembre.
El anochecer de ese mismo día 23, los organizadores elevaron consignas a bordo de dos globos aerostáticos también allí, en el exterior de la prisión.
A los retratos que lúgubremente adornan este árbol les han superpuesto unos barrotes. El otro está en el vestíbulo de un bloque de viviendas.
El Tió de Nadal es una antigua tradición catalana consistente en rellenar con dulces y golosinas un leño hueco antropomorfizado que, el día de Navidad y al grito de caga Tió!, la chiquillería vacía de su anhelado contenido arreándole unos bastonazos de mucho cuidado. Pues bien, a este de lo han puesto a ingerir líquidos únicamente para solidarizarse con los políticos que por aquel entonces mantenían una huelga de hambre en prisión. Mas no han corrido mejor suerte los de la imagen contigua, que entre rejas están experimentando en su corteza los rigores asociados a la privación de libertad. Quien ha colgado ambas imágenes identifica el lugar como Mura, un pueblecito de Barcelona, con 227 habitantes.
Otro tronco concienciado políticamente, luciendo gorro y lacito amarillos. Y los perpetradores de lo de al lado ya lo han mezclado todo: el peseeebre, la Virgen María, los pastorcillos, el buey, una chapita con un eslogan... El ángel anunciando la Buena Nueva, un churro arriba sustituyendo a la acostumbrada Estrella de Belén... La verdad es que se termina cogiéndoles cariño por estos buenos ratos que nos dan.
Este otro Nacimiento va un paso más allá, con el Niño Jesús acostado sobre la reproducción de una urna como las utilizadas en el referéndum ilegal. A mí me parece ya hasta blasfemo. Y para finalizar este acuario instalado en un restaurante de la comarca de Osona, con un lazo amarillo enjaulado recibiendo la visita de los Reyes Magos de Oriente.
(Todas las fotografías proceden de las redes sociales, donde siguen publicadas).
Isabel Fernández Alonso ha tenido el valor de publicar «El sketch de ‘Polònia’: medios, escuela y nacionalismo» (El Español, 23-10-2018). Ejerce los cargos de profesora titular y directora del Departamento de Medios, Comunicación y Cultura en la Universidad Autónoma de Barcelona, que es tanto como decir que está en la boca del lobo: recordemos —entre otras— las agresiones sufridas en dicha institución académica por Rosa Díez (05-03-2010), las juventudes de Sociedad Civil Catalana (14-03-2017, 12-12-2016 y 19-04-2016, esta última, incluso con navaja), o por un estudiante que osaba lucir una camiseta con el logo de Ciudadanos (02-11-2006). Y su valentía queda doblemente confirmada al enterarnos de que además es miembro de la Asamblea por una Escuela Bilingüe.
La autora aborda en su texto la cuestión de la inmersión lingüística, piedra angular del nacionalismo catalán, en cuyo sustrato ideológico residen las teorías de Johann Gottfried von Herder. Al calor del Romanticismo, este filósofo y teólogo alemán nacido en 1744, enunció que en Europa las fronteras políticas no siempre se correspondían con las fronteras nacionales; y que la lengua es el principal rasgo definitorio de una nación, por cuanto la existencia de un habla distinta presupone la existencia de una comunidad humana que durante siglos ha evolucionado sin contacto con las de su entorno. Así, la implantación en la sociedad catalana de un monolinguismo en catalán («lengua propia»), paralela a la erradicación, a la extirpación del idioma español, llegando a tacharlo de anomalía («lengua extranjera», «lengua impuesta», etc.), les resulta esencial para reivindicarse como nación. Y para reclamar como propios los territorios que se han anexionado virtualmente en su fastasmagoría imperialista de los Països Catalans (‘Países Catalanes’):
«Nuestra lengua es lo que nos caracteriza como nación».Jordi Pujol, 31-07-2011.
«La lengua catalana era como nuestro ADN, el material genético que nos definía. Con él, éramos quienes éramos en cualquier parte. Sin él, no seríamos quienes éramos ni siquiera en Sant Pere de Roda».Pasqual Maragall. Conferencia en la Universidad de Guadalajara (México), 26-11-2004.
«Madre de la nacionalidad, podríamos decir de la lengua. De todos los elementos que forman la nacionalidad, la lengua es el más potente, el más influyente, el más decisivo. […] La lengua constituye la más fuerte señal de la nacionalidad. El mapa lingüístico de Europa es, en sus grandes líneas, y aparte de unas pocas excepciones, el mapa de las nacionalidades». Antoni Rovira i Virgili (1882-1949). El principi de les nacionalitats, 1916.
«La lengua es la manifestación más perfecta del espíritu nacional y el instrumento más poderoso de la nacionalización, y por lo tanto de la conservación y vida de la nacionalidad». Enric Prat de la Riba (1870-1917). La nacionalitat catalana, 1906.
«La lengua catalana es hoy un arma política básica». Josep Armengou i Feliu (1910-1976). Nacionalisme català, 1977.
Una niña con una bandera secesionista ilustra el
acto recientemente celebrado bajo el lema:
‘La República comienza en las aulas’
La lengua como elemento identitario y excluyente. Enmascarando su imposición en las aulas como única lengua vehicular de la enseñanza bajo el falso pretexto de protegerla para evitar su desaparición (el catalán no figura en el Atlas UNESCO de las lenguas del mundo en peligro), cuando en realidad persigue segar todo vínculo cultural y emocional con el resto de España.
Esta es la transcripción del artículo de Isabel Fernández, incluyendo sus interesantísimos enlaces los cuales conviene no dejar de visitar:
«El exitoso programa de TV3 Polònia, supuestamente de sátira política, ha sido noticia por la emisión del sketch “Familia contra el adoctrinamiento” en el que se ridiculiza a un matrimonio castellanohablante, crítico con el monolingüismo y los contenidos que se imparten en la denominada escola catalana.
»El sketch podría tener gracia si no fuera porque ya en el Programa 2000 de Pujol se hablaba literalmente de “impulsar el sentimiento nacional catalán de los profesores, padres y estudiantes”, de “reorganizar el cuerpo de inspectores de forma y modo que vigilen el correcto cumplimiento de la normativa sobre la catalanización de la enseñanza” o de “incidir en las asociaciones de padres, aportando gente y dirigentes que tengan criterios nacionalistas”.
»El sketch podría tener gracia si no fuera porque la entonces consejera Ponsatí, máxima autoridad en materia de enseñanza en nuestra Comunidad, declaraba literalmente el 27 de julio de 2017, en vísperas del golpe a la democracia de septiembre, que: “En Enseñanza no necesitamos construir estructuras de Estado. Las tenemos listas”.
»El sketch podría tener gracia si no fuera porque un número nada desdeñable de miembros de la “comunidad educativa” catalana (entre ellos, el presidente del sindicato mayoritario de profesores USTEC-STEs) entregaron simbólicamente las llaves de estos centros al entonces presidente Puigdemont, para así facilitar la desobediencia al Tribunal Constitucional.
»El sketch podría tener gracia si no fuera porque hay fuentes como este blog de Eduardo González Palomar que documenta, con miles de evidencias, la inaceptable invasión simbólica del espacio educativo por el nacionalismo, con lemas especialmente extendidos como el sectario “Por un país de todos, la escuela en catalán”».
Efectivamente la labor de Eduardo González Palomar es de lo mejor que hay en Internet. Un ingente testimonio fotográfico el suyo, alojado en Flickr, y complementado con una bitácora que lleva su nombre donde escribe desde hace más de doce años.
El enlace dirige hacia el vídeo sobre la intervención de una madre en el Parlamento Europeo denunciando la situación (a la izquierda). Su caso, paradigmático y representativo, generó los siguientes titulares de prensa: «Acoso a una familia de Balaguer por pedir educación bilingüe para sus hijos. CDC, Unió, ERC, la CUP y el PSC apoyan una concentración que exige el desacato a una sentencia del TSJC que ordena impartir un 25% de las clases en castellano» (Crónica Global, 08-09-2015); «Una familia renuncia al 25% de clases en castellano por el acoso vecinal. La madre de los dos menores de Balaguer asegura que no quiere imponer a nadie una lengua vehicular a la que creía que tenía derecho» (El País, 11-09-2015); «La presión nacionalista hace renunciar a los padres de Balaguer a la educación bilingüe. La familia acosada no pedirá la ejecución de la sentencia del TSJC que ordenaba a un colegio público impartir una asignatura en castellano» (Crónica Global, 11-09-2015).
Mas no ha sido la única familia hostilizada. Hostilizada... Y totalmente desamparada por los sucesivos Gobiernos de España, que con su silencio cómplice y su inacción, vienen colaborando desde los años 80 en esta sistemática violación de lo que son derechos constitucionales fundamentales: «“Pedí el 25% de clases en español y destrozaron la vida a mis niños”. Familias que pidieron la escolarización en castellano denuncian la “marginación social” que sufren» (El Español, 25-04-2016); «Así funciona la inmersión lingüística: amenazas, escraches, insultos y señalamiento de los niños. El testimonio de una madre ante el Parlamento Europeo denuncia las prácticas de la Generalidad, los profesores y las asociaciones de padres» (Libertad Digital, 05-04-2016); «“Mi hijo recibe amenazas por querer estudiar en castellano”. Enrique López ha logrado que los tribunales reconozcan un porcentaje de clases en español en Cataluña» (La Razón, 04-02-2014); «Una madre que denunció la immersión dice recibir amenazas. “Si pudiera cortarles una pierna con un hacha oxidada a los tres fascistas estos lo haría”» (e-Notícies, 09-02-2011).
«En definitiva, el sketch podría tener gracia si no fuera porque todos estos despropósitos (¡y tantos otros, como las concentraciones de menores en los patios de los colegios para reprobar las actuaciones policiales, la multitud de pronunciamientos políticos de las direcciones de los centros y de las AMPAS en nombre de todos sus miembros, o la apertura de un expediente al único inspector que se atrevió a alzar la voz..!) no estuvieran sistematizados en el extenso informe Instrumentalización nacionalista del sistema educativo en Cataluña: el caso del 1 de octubre, elaborado por la Asamblea por una Escuela Bilingüe de Cataluña y la Agrupación de Enseñanza de Societat Civil Catalana.
»Resulta inadmisible que una televisión pública, que tiene una especial obligación de ser respetuosa con la diversidad existente en la sociedad a la que sirve y de contribuir al fomento de la convivencia, haga mofa de una cuestión tan sensible y, además, la haga reiteradamente. Sin ir más lejos, vean los sketchs “El adoctrinamiento en las escuelas”, emitido también en Polònia el 19 de octubre de 2017, y “La escuela controlada”, emitido el pasado 10 de mayo.
»No parece casualidad que el referido Programa 2000 de Pujol subraye la firme voluntad del nacionalismo catalán de controlar también a la prensa. Así, habla textualmente de “introducir a gente nacionalista de una elevada profesionalidad y una gran cualificación técnica en los lugares clave de los medios de comunicación” y, en concreto, de “lograr que los medios públicos dependientes de la Generalitat sigan siendo unos transmisores eficaces del modelo nacional catalán”. Quizás por ello, la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales se ha convertido en el referente de la Cataluña secesionista, siendo percibida por los constitucionalistas como algo completamente ajeno.
»De este modo, un programa de humor, de gran audiencia entre los votantes de los partidos separatistas, puede contribuir muy eficazmente a reforzar un mensaje recurrente del nacionalismo: que la denominada escola catalana (en lengua y contenidos) no se toca. Para ello, ¿qué mejor estrategia que ridiculizar a quien tiene otra mirada sobre una cuestión tan nuclear? Y, por supuesto, mejor hacerlo con una herramienta fiable. En este caso, la productora Minoría Absoluta, de Toni Soler, conocido por sus declaraciones en prensa y en redes, no precisamente ecuánimes con respecto a los diversos actores políticos, y claro beneficiario de las contrataciones externas de TV3.
»En definitiva, en una semana en que la Asamblea por una Escuela Bilingüe de Cataluña presentaba en el Congreso de los Diputados y ante el Defensor del Pueblo el citado informe sobre la instrumentalización de la escuela por el nacionalismo, la cobertura de los medios públicos de “todos” los catalanes consistió en un sketch burlesco. Podría tener gracia si no fuera porque lo que denunciamos en el informe es verdad y, además, es crucial, si es que aún queda alguna opción de articular un modelo de convivencia en Cataluña...».
Hace dos años, Antonio Robles reflexionaba sobre el asunto al final de su memorable artículo «El legado tóxico de Pujol» (Libertad Digital, 28-07-2016):
«El ex presidente de la Generalidad, Jordi Pujol heredó una sociedad dispuesta a convivir con distintas lenguas, con diferentes culturas y el mejor ánimo para defender la lengua y la cultura catalanas. A la vuelta de tres décadas, media Cataluña quiere imponer a la otra una cultura y una lengua; y la otra media, humillada hasta el hastío, ya no está dispuesta a que la pisoteen más. La generosidad de la España Constitucional le otorgó un marco de autogobierno envidiable para cualquier país federal, pero Pujol y su herencia no correspondieron con la lealtad debida. A la vuelta de tres décadas, su delirio ha logrado romper los lazos de afecto con el resto de españoles, ha derruido los pilares de la convivencia con el resto de España, y en su lugar solo queda prevaricación, filibusterismo, amenazas de rupturas unilaterales, y mucho odio. Heredó una Cataluña tolerante y en paz, y nos deja una Cataluña crispada a las puertas de la violencia. Este es su legado tóxico».
La primera vez que supe de él fue hace casi doce años, a través de esta breve noticia sobre el ataque de que había sido objeto (ABC, 01-12-2006):
«Dos jóvenes independentistas agredieron, el pasado miércoles en Santa Coloma de Gramanet, al profesor universitario Francisco Caja […]. Caja se encontraba en esta localidad recogiendo firmas para impulsar una iniciativa legislativa popular en defensa del bilingüismo en la escuela y a favor de la enseñanza en la lengua materna, cuando dos jóvenes que portaban símbolos independentistas increparon a los miembros de la plataforma con gritos com “charnegos de mierda” o “fachas”. Uno de los radicales propinó una patada y un puñetazo en la cara a Caja, “rompiéndole las gafas y provocándole cortes en la cara”».
Mas no era la primera vez que que sufría las iras de ese movimiento político del cual, el pasado día 4, Quim Torra ha loado su «carácter completamente pacífico» y su «civismo ejemplar» en un cínico artículo titulado: Como un solo pueblo contra el fascismo. Dos años antes, ocho individuos encapuchados habían irrumpido en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Barcelona (UB), donde Francisco Caja imparte clases, para llenarla de amenazas e insultos contra su persona (El País, 21-10-2004). Era la represalia nacionalista por una reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña adversa para la inmersión lingüística. «Hasta ahora tenía un guardia de seguridad que me había proporcionado la Universidad y que me acompañaba cuando estaba en el campus —explicaría a la prensa el mismo Caja pocas semanas después—. Sin decirme absolutamente nada, se me retiró la protección. Lógicamente, temo que cualquier día se repitan las amenazas. Ahora estoy a pecho descubierto» (ABC, 14-12-2004). Pero no faltaron quienes asumieran su salvaguarda:
«Afortunadamente, tengo buenos alumnos. Siempre he mantenido una relación excelente. Soy un profesor comprometido con la enseñanza. Pese a las dificultades que tengo, nunca he perdido el entusiasmo por la docencia. Como no tengo protección policial, ellos me acompañan al autobús porque me aprecian personalmente. Antiguos alumnos me han llamado, me han enviado mensajes de apoyo y eso produce mucha satisfacción. Sientes que en esta travesía en el desierto no estás solo».
Y es que los separatistas le tienen colocado en el centro de su diana hace décadas. Concretamente desde que en 1998 fundara junto a unos cuantos valientes Convivencia Cívica Catalana, asociación pionera en la defensa de nuestros derechos y libertades. Y que aún preside en la actualidad. Por aquel entonces Jordi Pujol reinaba en Cataluña. Y en toda España, merced al chantaje a los partidos gobernantes cada vez que estos anduvieron necesitados de apoyo parlamentario. Eran los tiempos en que Els Joglars de Albert Boadella iban retratando sarcásticamente por los teatros la megalomanía del ahora confeso evasor fiscal con su obra Ubú, President. La época en que José María Aznar pactaba en el Hotel Majestic de Barcelona la decapitación política de Alejo Vidal-Quadras para que cesara su incordio al cleptómano caudillito catalán.
SCC sigue ofreciendo valiosísimo asesoramiento y soporte jurídico a las víctimas del nacionalismo (espeluznante resulta el caso de la niña de 7 años golpeada y hostigada en la escuela que se relata en el vídeo). Al tiempo que publica exhaustivos estudios en materia lingüística, económica y sociológica para desmentir la propaganda de la Generalidad.
A sus 69 años de edad, Francisco Caja ha concedido una jugosa entrevista repleta de claves para comprender la actualidad al periódico El Español (05-08-2018) que, dado su interés, de ningún modo he querido dejar de transcribir aquí:
«—¿Tenía usted puestas esperanzas en la reunión de la llamada Comisión Bilateral entre el Gobierno y la Generalidad de Cataluña?
―Si esperaba algo, no era nada bueno. El señor Sánchez es un peligro público. Dialogar con un delincuente, con los autores de un delito de rebelión, no tiene ni pies ni cabeza. Es una traición al orden constitucional y a los españoles. Porque a un delincuente se le detiene, se le juzga y se le condena. Que el presidente del Gobierno reciba o se reúna con los golpistas, y lo haga con todos los honores, es increíble.
―¿No le llama la atención el uso del término ‘bilateral’?
―Sí. Aceptar el vocabulario del nacionalismo es entrar en su juego. La terminología es muy importante para ellos porque refleja la ficción de la que nos quieren convencer al resto de los españoles. Y, por eso, hablar de bilateralidad es reconocer de alguna manera que ya se ha producido la independencia y que se están reuniendo las delegaciones diplomáticas de dos Estados soberanos.
―El bloque independentista está viviendo una guerra civil entre el sector posibilista y el sector delirante o unilateral.
―Sí, pero no es menos delirante Quim Torra que Carles Puigdemont. Los nacionalistas modulan su ficción en función de las circunstancias del momento. Pero modulan la táctica, porque su estrategia sigue siendo la misma. Ellos no van a bajarse del monte.
La política de cesiones, de aceptación de lo inaceptable, de quiebra del orden constitucional, se justificaba tradicionalmente con el argumento de que así los nacionalistas no se echarían al monte. Pero se han echado al monte. Y lo han hecho, precisamente, por esa política de cesiones.
No es un fotograma de una película de Berlanga: pese a su autoproclamada superioridad racial (“Hay algo freudiano en estas bestias.
O un pequeño bache en su cadena de ADN. ¡Pobres individuos!”. “Aquí hay gente que ha dicho basta y, cada uno a su manera, lucha
por unas ideas y un país. Gente que ya se ha olvidado de mirar al Sur y vuelve a mirar al Norte, donde la gente es limpia, noble,
libre y culta. Y feliz”. “España, esencialmente, ha sido un país exportador de miseria, material y espiritualmente hablando”),
el apolíneo presidente de la Generalidad, Quim Torra, experimenta dificultades para beber de un botijo y se pone perdido
―Ellos mismos han reconocido que iban de farol.
―Hay que remitirse a la historia de este país y ver cómo los inventores del nacionalismo catalán, los Prat de la Riba o los Cambó, tampoco creyeron que llegaría tan lejos. Cambó llegó a poner su fortuna personal a disposición de Franco, por ejemplo.
―Cambó creó un monstruo.
―Yo siempre lo comparo con la criatura del doctor Frankenstein. Frankenstein crea a su criatura con una intención muy determinada, pero su obra se descontrola y acaba matando a su propio creador. Y eso es, exactamente, lo que está ocurriendo ahora. Así es el nacionalismo.
Por eso fue un disparate, para cualquiera que haya leído la historia de España, incluir en la Constitución una organización territorial del Estado federal o casi federal. Porque la condición de posibilidad para la construcción de una estructura federal es que nadie amenace con irse si no le da lo que pide.
―De esas lluvias, estos lodos.
―Entregarle a los nacionalismos vascos y catalán un Estado federal es garantizar que en el plazo de treinta años se produzca una declaración de independencia en uno o en los dos territorios. Territorios que, hay que decirlo claramente, están infectados políticamente por el nacionalismo.
―¿Cree que el Estado de las autonomías fue un error?
―Absoluto. Nadie que examine con objetividad la historia reciente de España puede negarlo. Y no es sólo el nacionalismo, sino también lo que se ha derivado de él. La política de inmersión lingüística, por ejemplo, que ha sido, y es, un arma muy eficaz para crear las condiciones que han conducido a que la mitad de los catalanes busquen la independencia. Eso no existía en 1978. Pujol creo un país ficticio. Esto es Pujolandia.
―Me llama la atención que se siga considerando al catalán como la lengua propia de Cataluña cuando el español le supera muy claramente como lengua de uso preferente y de identificación primaria de los catalanes.
―Exacto. En Barcelona y su área metropolitana el español es la lengua de uso preferente del 62% de los ciudadanos. La lengua propia de los catalanes es el español. Pero está excluida del ámbito oficial y de las escuelas. Y esa es el arma de propaganda más eficaz del nacionalismo. Dejarla en sus manos ha permitido que crearan las condiciones propicias para una declaración de independencia. Está todo en el famoso Programa 2000 del pujolismo, que es del año 90».
El Programa 2000 es un documento interno elaborado en el seno de Convergència i Unió (CiU), que se filtró a la prensa en 1990. A lo largo de sus 20 páginas, calificaba a Cataluña de «nación europea emergente» y «discriminada». Y marcaba las directrices para impregnar de ideología nacionalista todos los ámbitos de la sociedad catalana, mediante la infiltración de adeptos acérrimos en los puestos clave del profesorado, de las asociaciones de padres, del sistema financiero, de los clubes deportivos y los medios de comunicación («Incidir en la formación inicial y permanente de los periodistas y de los técnicos de comunicación para garantizar una preparación con conciencia nacional catalana», establecía), principalmente.
«―Todo lo que ha ocurrido estaba anunciado desde hace décadas.
―¿Quién no se alarmaría y adoptaría de inmediato medidas frente a un documento así para evitar que se llevaran a cabo sus propuestas? ¿Por qué no lo hicieron? Ahí están las responsabilidades del PP y del PSOE. Porque el nacionalismo ya sabemos lo que es. Pero el PP y el PSOE... Estamos en manos de una clase política que... En fin, no encuentro el calificativo adecuado para describirla.
―No hay ninguno amable.
―Ninguno.
―La situación tiene difícil marcha atrás. El PSOE también apoya la inmersión lingüística, es decir la marginación del español en Cataluña.
―La gente no sabe que la inmersión lingüística no es en realidad una invención de Jordi Pujol. Pujol era reacio a ella. Fue en marzo del 81 cuando Marta Mata, que entonces era diputada del Parlamento de Cataluña, presentó la proposición no de ley que defendía la inmersión lingüística. Hasta ese momento, ella había defendido el bilingüismo en la escuela.
―¿Fueron los socialistas los que inventaron la inmersión lingüística?
―El invento es en realidad de algunos teóricos como Ninyoles o Aracil, que se ha arrepentido por cierto toda su vida de haber impulsado esa monstruosidad que es la inmersión lingüística. Es en un congreso en Sitges, en el 79, cuando se elabora esa propuesta.
La inmersión lingüística es en realidad un invento comunista que copian los socialistas y que estos presentan por primera vez en el 81. En aquel momento, Convergencia Democrática de Cataluña, ERC y Unión Democrática de Cataluña votaron en contra con el argumento de que los padres no tienen derecho a elegir la lengua de enseñanza de sus hijos.
―¿Y cómo logra el PSC convencer a Pujol de imponer la inmersión lingüística obligatoria?
―Es en ese momento cuando Marta Mata se entrevista con Pujol y le convence de que eso del bilingüismo es una antigualla y de que lo que hay que hacer es imponer la inmersión lingüística. Pujol se convence, y convence a su vez a Joaquim Arenas y a los maestros de Òmnium Cultural, esa sociedad civil ficticia creada por el nacionalismo. Y en el 83 aparece la Ley de normalización lingüística [1].
Luego, Pujol va implantando esa inmersión con normas de bajo rango legal hasta que en el 92-93 la impone universalmente. Y eso a pesar de que, luego, en el 94, el Tribunal Constitucional dice que el modelo constitucional es el bilingüismo. Pero les da igual y se lo pasan por el entreforro con el beneplácito de los socialistas.
―El invento es, en definitiva, del PSC.
―El del PSC es un tipo de nacionalismo que coyunturalmente no está por la independencia, pero que lo estará dentro de poco. Que no lo dude nadie. El PSC hará todo lo posible para que se produzca el referéndum de independencia. Porque el PSC no es que haya adoptado el lenguaje del nacionalismo: es que ha ayudado a crear esa baba ideológica que ha entrado en las casas hasta la cocina. Hasta el último club de ajedrez está intervenido políticamente en Cataluña. Es el modelo de la Unión Soviética.
―Los partidos nacionales también andan divididos en esta cuestión.
―Hace siete u ocho años, mientras gobernaba Rajoy, propusimos un gobierno de concentración con la entrada en él de los socialistas para evitar lo que ocurrió después. Y es que no hacía falta tener un fino instinto político para prever lo que acabó pasando. Algunos llevábamos años anunciándolo.
―¿Qué le parece La Crida de Carles Puigdemont? Huele a movimiento caudillista de tintes totalitarios.
―La Crida es un movimiento, si no fascista, sí parafascista. Pero no es nada nuevo. Ya tuvimos la Crida per la Solidaritat, donde se ejercitaron muchos de los que luego acabaron dirigiendo ERC.
La Crida es un movimiento social como el de los fascios. Es una manera característica, de libro, de tomar el poder y de ejercerlo de forma totalitaria. Que esto no lo vean nuestros amigos del resto de Europa es verdaderamente increíble.
―En realidad, es otro populismo más.
―El populismo cada vez se extiende más, pero el catalán en concreto tiene todas las características de un movimiento fascista. Esto es un Movimiento Nacional como el de Ramón Serrano Suñer. Del que el franquismo, por cierto, se deshizo muy rápidamente.
―¿Qué le pareció la decisión de la Justicia alemana respecto a la extradición de Puigdemont?
―Desde el punto de vista político, es contrario a cualquier idea de europeísmo. Desde el punto de vista jurídico, es un disparate absoluto. No debieron haber entrado jamás en el fondo de la cuestión. Es un torpedo a la línea de flotación del europeísmo».
Violencia. Brutalidad. Además de la sanguinaria actividad terrorista desarrollada por las bandas Terra Lliure y el Exércit Popular Català (EPOCA) entre los años 1970 y 1992, que segó con bombas la vida de dos mujeres y dos hombres, y dejó una veintena de heridos en sus más de 200 atentados, el movimiento nacionalista ha venido perpetrando innumerables agresiones, amenazas y acosos para imponerse, de los que la sección Violencia integrista ofrece una significativa selección, con enlaces a titulares de prensa como: «Mujer derribada de un puñetazo cuando quitaba propaganda separatista» (Crónica Global, 18-02-2018); «Amenazan de muerte al periodista que ha hundido al jefe de los Mossos» (Esdiario, 01-09-2017); «Amenazas de muerte contra Albiol» (e-Notícies, 11-01-2017); «La CUP acosa y amenaza a la Guardia Civil en Manresa ante la pasividad de los Mossos» (Libertad Digital, 14-12-2016); «Agresión al portavoz de Ciutadans en l'Hospitalet de Llobregat» (El Periódico, 13-11-2016); «Una familia es perseguida por gritar “¡Viva España!” en Barcelona» (ABC, 11-09-2016); «Acoso a una familia de Balaguer por pedir educación bilingüe para sus hijos» (Crónica Global, 08-09-2015); «Agreden a un afiliado de C's en Manresa» (Europa Press, 16-05-2015); «Acoso de CiU, ERC, ICV y la CUP a una familia de Mataró por pedir educación bilingüe» (Crónica Global, 14-05-2015); «Simulan el ‘fusilamiento’ de un concejal del PP en Cardedeu» (El Mundo, 23-08-2014); «“Puta España” y “Moriréis”: pintadas amenazantes en una sede el PP catalán» (ABC, 24-02-2014); «Agreden a un padre y a sus hijos por llevar una bandera española» (Libertad Digital, 12-10-2012); «Ciudadanos denuncia que cuatro jóvenes con navajas les destrozan una de sus carpas» (La Vanguardia, 24-11-2010); «‘Se les prende fuego y listo’. Así persiguen los nacionalistas a las empresas que no usan el catalán» (Libertad Digital, 03-11-2010); «Piden “un tiro en la nuca” para Albert Rivera desde el partido de Laporta» (Libertad Digital, 02-09-2010); «Rosa Díez da una conferencia entre agresiones en la Autónoma de Barcelona» (La Nueva España, 06-03-2010); «Boicotean en Terrassa la retransmisión de La Roja. Un independentista tiró un cóctel molotov a la pantalla» (As, 21-06-2009); «Boadella demanda al partido independentista Estat Català por pedir la “cámara de gas” para el dramaturgo» (Libertad Digital, 27-02-2008); «Unos desconocidos escriben una amenaza en el comercio familiar del presidente de Ciutadans» (El Periódico, 07-01-2008); «Albert Rivera recibe una foto suya con una bala sin percutir incrustada en la frente» (Libertad Digital, 21-09-2007); «Boadella denuncia amenazas de muerte dentro de una “escalada de integrismo”» (Periodista Digital, 07-06-2005); o, «Herida en Tarragona una dirigente de la coordinadora de defensa del castellano» (El País, 11-09-1994).
«―Usted ha sido, y sigue siendo, una de las bestias negras del nacionalismo catalán. ¿Alguna vez ha pensado en irse de Barcelona, como se fueron Azúa, Losantos o Vidal-Quadras?
―Sí. Pero es ya una cuestión sentimental. A mí me jubilan el año que viene y ahí acaba mi vida profesional como profesor de universidad. Y por primera vez me lo estoy pensando. Los profesores lo tenemos muy difícil para desplazarnos a otra universidad, hemos de volver a opositar incluso. Quizá si hubiera habido más facilidades me lo habría pensado.
―Ahora el papel de demonio del nacionalismo lo ocupan otros, como Inés Arrimadas. ¿Cómo lo vivió usted en su momento?
―El papel está más repartido, sí. Yo lo viví... bueno, a la fuerza ahorcan. ¿Con qué cara me presento yo frente a mis alumnos si no soy capaz de defender mis ideas fuera del aula y comprometerme con ellas?
Yo lo viví con graves dificultades personales porque en Cataluña se decreta la muerte civil de cualquier opositor al nacionalismo. Y también hay que decir que así como en el País Vasco los intelectuales se mantuvieron críticos frente al nacionalismo, en Cataluña se han vendido por un plato de lentejas. Se pueden contar con los dedos de una mano los que se han atrevido a denunciar este delirio. ¡Qué pocos libros críticos con el nacionalismo hay en Cataluña! Caben en una pequeña estantería.
―El nacionalismo se está contagiando a Valencia, Baleares, Galicia, Asturias...
―Es normal. Volvemos al pal de paller [2] del nacionalismo: la lengua. La lengua es lo que hace nación para un nacionalista. Eso es el Pacto del Majestic, donde se cedió más incluso de lo que pedía Pujol. Aznar tenía prisa por ocupar el poder y vendió lo invendible. Entre otras cosas, aquellas partes de la Constitución que afectan a la lengua. El PP tiene una responsabilidad enorme por la situación actual.
―La fontanería del PP, sí.
―Yo me entrevisté, por ejemplo, con el ministro Wert. Porque la Lomce era una oportunidad fantástica para acabar con la inmersión lingüística. Wert incluso me dijo que estaba dispuesto a elaborar el reglamento para arreglar en la medida de lo posible el desastre de la inmersión lingüística. Y añadió: “Yo no temo a los abogados del Estado. Temo a una abogada del Estado”.
―Se refiere a Soraya Sáenz de Santamaría, claro.
―En aquel momento, Soraya ya determinaba la política respecto a Cataluña. Y eso es responsabilidad directa del PP. Soraya guisó todo lo relativo a Cataluña, hasta el punto de tener controlado a todos los ministros. A Wert, de hecho, lo demonizaron y lo estigmatizaron, pero en realidad era un manso corderito a las órdenes de Soraya».
Preguntado sobre el nuevo líder del Partido Popular, Francisco Caja recurre con elegante ironía a las desoladoras palabras con que el Infierno recibía a las almas condenadas en La Divina Comedia de Dante:
«―¿Tiene puestas algunas esperanzas más en Pablo Casado?
―Lasciate ogni speranza, voi ch'entrate [abandonad toda esperanza, vosotros los que entráis]. Eso es lo que hay que tener en cuenta cuando cruzas el umbral del PP. Uno entiende cómo funciona la política, pero hay límites. Y son los límites prescritos por la Constitución. Lo que ha hecho el PP es entregar el artículo de la Constitución que dice que la lengua oficial del Estado es el español y que no puede ser discriminado.
―¿Y en Ciudadanos?
―Lo que ocurre es que cuando Ciudadanos ha tenido la oportunidad de presionar al PP en un sentido contrario a la inmersión lingüística en Cataluña, se ha puesto de perfil y no ha puesto freno a los desmanes. Y eso cuando el PP necesitaba sus votos. En el momento de la verdad, se han olvidado. Y tengo buenos amigos en Ciudadanos, pero les reprocho su tibieza en este asunto.
―¿Cree que la derecha y el centro-derecha se reorganizarán de una forma diferente a la de los últimos dos años después de la elección de Pablo Casado como líder del PP?
―No parece que haya excesiva coordinación en la derecha. VOX intenta captar una clientela que es incapaz de captar el PP. Y el PP ha demonizado a VOX porque Santiago Abascal procede del PP. Y Ciudadanos, ¿qué intereses representa?
―¿Es el nacionalismo una religión?
―La religión de una sociedad secularizada y que ya no persigue intereses reales económicos o materiales, sino una idea. El lema es “pensamiento hecho realidad”. Y eso es Jordi Pujol, un personaje paranoico. Porque no a todos los paranoicos se los llevan a Sant Boi [3]. Hay algunos que acaban gobernando.
¿Cómo fue capaz Hitler de conducir a la catástrofe a un pueblo tan admirable como el alemán? Era un paranoico de libro. Y lo que está ocurriendo en Cataluña es el sueño de Jordi Pujol. El sueño de un paranoico tenaz que ha sido capaz de corromper a la mitad de los catalanes, de imponerles una misión, para llevarlos al desastre, a la locura.
―Y todo eso a cambio de nada: están donde estaban, pero con la sociedad catalana rota.
―¿Han construido algo? ¿Han construido una nación? No, han construido una monstruosidad, una casa de locos.
Lees los escritos de Pujol de los años 60 y ves cómo llama “ejército de ocupación” a los porteros y las monjas del Sagrado Corazón. Es un paranoico. Como otro paranoico ilustre, Jean Jacques-Rousseau. Lo que no le evitó, por cierto, influir sobre toda la sociedad del siglo XIX y XX, y muy especialmente en el terreno de la enseñanza. Algo paradójico si se tiene en cuenta que abandonó a sus cinco hijos y fue incapaz de asumir su condición de educador. Y fíjate: para Pujol, lo suyo no ha sido corrupción, ha sido compensación. Compensación por todo lo que ha hecho él por Cataluña.
―Cualquiera baja ahora del burro a ese casi 50% de los catalanes que quieren la independencia, señor Caja. Cataluña está rota.
―Pero fíjate. La manifestación de un millón de catalanes constitucionalistas en las calles de Barcelona ha sido una novedad radical. Y, a pesar de ello, no hay cauces políticos para esa rebeldía. El mal es muy profundo y ese malestar debería ser el germen de un movimiento social en Cataluña. Quiero hablar claro y no engañar a nadie. Ahora ha surgido rápidamente un invento llamado Sociedad Civil Catalana [4]. Eso es un invento de Soraya Sáenz de Santamaría.
―¿De Soraya? ¿Seguro? Me sorprende.
―Pero no lo digo yo. Lo he oído de boca de varios diputados del PP en el Parlamento. Se subvencionó con un golpe de teléfono de Soraya a cinco empresas del IBEX porque había que crear un Òmnium Cultural constitucionalista. Y ahí dentro hay gente de todas las ideologías porque se pretende dar la sensación de que eso es transversal».
(Agradezco a Quim el envío que me ha hecho de esta magnífica entrevista).